Capítulo 19:

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Capítulo 19:

Besos. Besos en su cuello y en su rostro. Eso es lo que hizo que Santana se despertara a la mañana siguiente. Todavía no daba crédito a lo que había ocurrido la noche anterior, y no porque se arrepintiera, sino porque había sido simplemente maravilloso. Abrió sus ojos para encontrarse con los azules de su rubia y fue como si un ángel hubiera bajado del mismísimo cielo. La rubia le sonrió de manera encantadora y pasó una mano por su hombro. Ella tenía la cabeza apoyada en su pecho y sonrió también. Había paz entre las dos.

- Buenos días. – Brittany se acercó para besar ese hombro que había estado acariciando. Santana la recibió con una sonrisa, embelesada con la dulzura de la rubia. Esta fue subiendo sus besos hasta llegar a su rostro y después se apartó.- Todavía no tengo decidido cuando estás más hermosa, si despierta o durmiendo.

- Brittany...-dijo ella dándole un suave golpe en el hombro; se acercó a la ojiazul y la besó.- Buenos días. –se apretó mejor en su abrazo y aspiró el aroma que emanaba la piel de la rubia. A través de la ventana se filtraban los primeros tenues rayos de sol y se escuchaba el canto de los mirlos en el bosque.

- ¿Todo bien? –preguntó la rubia mirándola a los ojos. Esa noche definitivamente su amistad se había ido al traste, pero ambas habían encontrado un sentimiento mejor con el que reemplazarla. Sin embargo, Brittany estaba preocupada y eso era lo que transmitían sus ojos azules que parecían acariciarla con cada pestañeo. Volvió a colocar su mano derecha en su hombro y la subió y la bajó en un movimiento automático; Santana se estremeció.

- Todo bien. –corroboró sin quitarle los ojos de encima. A la luz del día podía admirar mejor los músculos de su tonificado cuerpo y cabe decir que a la rubia no le importaba en absoluto. Durante la noche se había levantado para coger el chal de la morena y lo había echado por encima de sus cuerpos desnudos. Santana lo subió levemente hasta que tapó la curva de sus pechos y se sonrojó. Era extraño lo ocurrido entre las dos, pero de una extrañez maravillosa.- Te amo.

- ¿Sabes cuánto tiempo hace que sueño con que esas palabras salieran de tus labios dirigidas a mi? –la rubia le acarició esa parte de su rostro que acababa de mencionar y la besó. No había reproche en su voz, simplemente parecía que se acababa de quitar un peso de encima.- Llevo enamorada de ti desde el primer día en que te vi. –dijo recostandose en el suelo.

- ¿Por qué no dijiste nada? –Santana se incorporó sobre un brazo y la fina tela del chal dejó al descubierto uno de sus pechos. Sonrojada de nuevo, fue a tapárselo subiendo más la tela cuando la mano de la rubia la detuvo. Brittany la miró a la cara y después desvió la vista hacia el pecho. La respiración de Santana se volvió acelerada. Abrió mucho los ojos cuando la rubia se incorporó levemente y llevó sus labios hacia ese pecho que besó lánguidamente.

- No te dije nada porque te valoraba demasiado como amiga; no quería perderte. –esta vez cuando se recostó en el suelo, la arrastró a ella también. Santana quedó ligeramente encima de la rubia. Apoyó su cabeza en el pecho de la chica sintiendo la tibieza de su piel contra su mejilla.

- No me has perdido en absoluto; al contrario, creo que hemos ganado las dos. –contestó ella con una sonrisa inocente. Acercó su rostro al de Brittany y volvieron a besarse con mimo y cariño y pegando sus cuerpos un poco más.

- ¿Estás totalmente segura de que quieres dar este paso? No quiero parecer pesada, pero...tu opinión es importante para mi. –Brittany le colocó un mechón de cabello detrás de la oreja.

- Quiero arriesgarme, Brittany; y quiero hacerlo contigo. –Santana clavó sus ojos en los de la rubia, mostrando una sinceridad y una vulnerabilidad que pocas veces aparecían en ella. Brittany la pegó más a su cuerpo, no le importaba que sus cuerpos se confundieran, solo quería tenerla tan cerca como fuera posible.- He estado demasiado tiempo sola.

Jugando con FuegoOnde histórias criam vida. Descubra agora