Jugando con Fuego

Capítulo 12:

Capítulo 12:

Cuando después de comer, Brittany y Santana volvieron a la mansión, había una nueva persona allí. Era una mujer de mirada soñadora y forma de vestir...llamativa. A su lado, había un hombre de expresión bonachona y sonrisa amable. Rachel y Quinn charlaban con ellos y se notaba que eran buenos amigos. Al verlos entrar en el salón, la mujer corrió a saludar a Brittany y la rubia tuvo que soltar la mano de Santana. Annelle y Jack ya habían sido dejados con sus madres y los regalos de Rachel habían sido convenientemente guardados hasta más tarde. Minutos después de su llegada, apareció otra pareja, que se presentaron como Noah y Lauren Puckerman. Él era arrogante y sarcástico, pero se notaba que entre todos había un buen ambiente. Santana recordó que el año anterior Brittany se había ausentado un fin de semana para la boda de ellos dos; ahora Lauren lucía orgullosa su barriguita de cinco meses de embarazo. Se entretuvieron hablando con ese grupo tan dispar mientras tomaban una copa. Quinn fue al encuentro de Santana y la arrastró hasta un rincón. La ojiverde estaba muy nerviosa, pero la felicidad superaba al resto de sensaciones con creces.

- Santana, tenemos que ensayar ya. La fiesta es dentro de tres horas y...necesito que alguien me apoye y me dé ánimos. No sé cómo se me ocurrió hacerle esto a Rachel, pero ahora ya no me puedo echar atrás. Los músicos ya están avisados y...-Quinn gesticulaba mucho y Santana le cogió las manos entre las suyas.

- ...y tú estás hecha un flan. –le dijo con una sonrisa.- Tranquila, Quinn; todo va a salir bien. Esta noche no solo es especial para Rachel...para ti también lo es. Y hablando de Rachel...

- ¿Qué hacen hablando de mi? –preguntó la aludida apareciendo por detrás. Quinn dio un brinco, y estuvo a punto de caerse si no hubiera sido porque la castaña la agarró de la cintura. - No me estarán criticando, ¿no?

- Eso depende. ¿Cuántos años cumples? –Santana se acercó a Rachel con una sonrisa y la abrazó quedamente. - Feliz cumpleaños, Rachel.

- Gracias. –replicó esta con una sonrisa de oreja a oreja. Se volvió hacia su prometida y después de darle un beso en la mejilla, le dijo. - ¿Tu no vas a felicitarme? –hizo un puchero exagerado.

- Que payasa eres. Además, creo que ya te felicité demasiado anoche...y esta mañana...pero puedo hacerlo otra vez ahora. –Quinn pegó su cuerpo al de la castaña y le pasó los brazos por el cuello. La besó con mucho ímpetu. - Feliz cumpleaños, mi amor.

- Demasiada información, Fabray –opinó Santana sonriente. - Me voy con tu hermana antes de que se le ocurra venir hacia aquí; me temo que celebrarían un funeral en vez de una boda. –se alejó de ellas y caminó hasta donde estaba Brittany. La ojiazul enseguida le pasó un brazo por la espalda y besó uno de sus hombros. - Hola. –era extraño sentirse así, pero a la vez placentero. A ojos de todos, no había duda de que eran una pareja de enamoradas.

- ¿Ya están otra vez esas dos empalagosas? –dijo Brittany mirando hacia donde Rachel y Quinn se estaban besando y viendo como después se escabullían cogidas de la mano. Meneó la cabeza resignada. - No tienen remedio. San, quiero presentarte a unos buenos amigos míos. Ellos son Mike, Tina, Puck y Lauren; ella es mi novia...prometida...Santana.

- Vaya, Pierce, no sabía que éramos amigos. –sonrió de lado el hombre llamado Puck. Era muy atractivo y sin saber porqué la morena se sintió atraída por sus ojos marrones. Claro que no eran tan bonitos como los azules de Brittany, pero...si intrigantes. El moreno tenía una mano sobre los hombros de su esposa y cuando la miraba se esfumaba todo signo de arrogancia. Para los que lo conocían aún era raro verlo tan tierno con alguien. No cabía duda de que Lauren era una muy buena influencia.

- Mucho gusto. –dijo esta última. Su mano derecha descansaba en su abultado vientre y tenía esa mirada brillante de todas las embarazadas. Se notaba que era muy feliz. - Disculpa a Noah, a veces no puede evitar ser un Puckerman de pies a cabeza.