Jugando con Fuego

Capítulo 13:

Capítulo 13:

A las nueve de la noche, Brittany se encontraba de nuevo apoyada en la barandilla del pequeño balcón; esta vez esperaba a la morena. El jardín estaba completamente iluminado con pequeñas antorchas y cientos de lucecitas de color dorado. En uno de los laterales, junto a la pista de baile, había una orquesta, que también tocaría en la boda. Los niños Fabray y Pierce más pequeños, habían sido mandados a la cama, pero Elora y Belle asistían emocionadas a su primera fiesta con mayores. Las dos jovencitas se lo pasaban divinamente yendo de un lado para otro cogidas del brazo y cuchicheando sin parar. La brisa del mar se hacía más presente a esa hora de la noche y Brittany se ajustó mejor su abrigo. Se volteó para mirar hacia el baño casi al mismo tiempo que salía la morena. Nuevamente se quedó con la boca abierta. Santana llevaba un vestido de gasa en color azul; anudado al cuello, caía graciosamente hasta por encima de las rodillas. Dio una vuelta sobre sí misma y miró a la rubia.

- Bueno, ¿qué tal estoy? –le preguntó mirándola de arriba abajo. La rubia estaba muy sexy con un vestido negro totalmente pegado a su cuerpo. Santana se movía con cuidado subida a unos tacones de diez centímetros.

- La media hora de espera ha valido la pena; estás preciosa. –se acercó a la morena y le dio un casto beso en la mejilla. Después cogió uno de sus cabellos y se lo colocó detrás de la oreja. Santana no quitó sus ojos de los azules de la rubia en ningún momento. Parecían querer decirse muchas cosas que no se atrevían a salir por la boca.- Vas a hacerle sombra a la novia.

- Que tonta eres. –Santana le dio un suave golpecito en el hombro y sonrió. Estaba nerviosa, más de lo normal.- Pero gracias por el cumplido. Tu también estás muy guapa.

- Gracias. ¿Bajamos? –Brittany extendió caballerosamente su brazo y lo entrelazó con el de la morena. Ambas sonreían y se esforzaban por mantener la calma en esos mundos de locos en los que se habían convertido sus corazones.

La familia Fabray-Pierce ya estaba allí sentada y se sonrojaron cuando vieron que eran las únicas que faltaban por bajar. A los rubios se les habían unido Tina y Mike, Puck y Lauren, el padrino de Rachel y otro matrimonio bastante dispar. Santana disfrutó viendo como la rubia se sonrojaba cada vez que Quinn recordaba algún momento embarazoso de su vida. Se sentía muy bien, eso de estar rodeada de una familia y respirar el amor que destilaban todos por todos. Incluso los estirados de Kitty y Jesse y la esnob de Madison, habían dejado aparcados sus defectos por una noche. Rachel tenía un brillo especial en la mirada que se intensificaba cuando miraba a Quinn, cosa que era muy frecuente.

- Es una chica estupenda. –le dijo Lauren a Quinn en el oído mientras miraba como Santana charlaba animadamente con Puck.- Me preguntó porqué Brittany la tuvo escondida tanto tiempo.

- Tal vez es que hasta ahora no había descubierto lo estupenda que era. –contesto la ojiverde y acompañó su comentario por un suspiro. Se llevó una mano a la frente y miró con inseguridad al resto de su familia.

- ¿Estás bien? Te veo muy nerviosa, y eso en Quinn Fabray no es una característica muy frecuente. –Lauren se acarició con ternura su panza y se recostó mejor en la silla.- Pareciera que guardas un secreto que es una bomba a punto de estallar. –rió, pero al ver la cara sonrojada de la rubia, se tranquilizó.- No est...

- Bueno, Santana, cuéntanos a qué te dedicas. –pidió Puck. Le gustaba hablar con la prometida de Brittany; era una chica mucho más culta que la insulsa de Marley.

- Soy abogada en el mismo bufete que Brittany. –explicó ella con mucha sencillez.- Mis padres también eran abogados, así que se puede decir que llevo la profesión en la sangre.

- Estás siendo muy humilde, mi amor. –esa palabra fue como una caricia para Santana que se volteó a mirar a la rubia a sus ojos azules. Brittany se inclinó y le plantó un beso en la mejilla. Desde su lugar de preferencia en la larga mesa, Noralie sonrió satisfecha.- Santana es la mejor abogada de Nueva York y pronto será socia del bufete. Los casos más complicados siempre le llegan a ella y debo decir que hasta la fecha...no ha perdido ninguno.