Cap 9: Mi Hermana

42 17 7
                                    

●○SOFÍA○●

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

●○SOFÍA○●

¡Pero que estás diciendo! —Dispara Abigail

 
Mi amiga abre la boca sin creerse todos los acontecimientos que he vivido en estos pocos días desde que regresé. Abigail ha sido mi mejor amiga desde la secundaria nos conocimos a los 15 y desde entonces somos muy unidas, ella tiene la piel blanca y los ojos avellanas, también tiene una cabellera castaña. A pesar de que yo me ejercito ella es aún más delgada solo por genética.

 
—Joder Sofía pero que estás haciendo, me voy unos días al interior y tú haces este desastre. —Comenta ella incrédula
 
Trago duro y no agrego más. Cuando creo que ha terminado de regañarme vuelve con otra intervención.

 
—¿Qué piensas hacer con Alex? ¿Qué piensas decirle al pobre chico que usaste? Madre mía.

 
—Pues mañana pienso disculparme claramente, realmente no pensé en lo que estaba haciendo, además Thiago apenas es un conocido, no creí que le importaría tanto.

 
—Si lo usaste reina. Cualquiera se cabrearía oye.

 
—Está bien. —Concluyo ya agobiada

 
—¿Además es lindo? —Suelta Abigail para hacerme sonrojar.

 
—Está pasable. —Respondo pretendiendo estar normal

 
—Anda —Dice entre risitas —Pásame su insta.
 
La miro divertida

 
—No lo tengo, ni siquiera sé su apellido reina, sorry. Además, Sebas se enojará conmigo.

 
—Solo era para ver como era, no seas exagerada sabes que estoy loca por Sebastián. —Dice mientras me mira ilusionada.

 
Terminamos de preparar la cena en mi apartamento y vemos una peli random, mi amiga comenta que quiere ir a conocer mi nuevo empleo, yo le digo que la llevaré cuando pueda. Y que de paso iré a su firma (su novio y ella son abogados y trabajan en el mismo lugar).

 
—Sofía de verdad quiero cerrar el tema aquí, porque me siento preocupada. —La miro temiendo lo que se viene
—¿Aún lo sigues amando cierto?
 
Suspiro y de pronto asiento, ella me ve decepcionada.

 
—Sofi yo te adoro y lo sabes... cuando te equivocas te lo digo a la cara. Sé que no es fácil, pero tienes que olvidarte de ese sujeto. ¿Acaso él sabe todo lo que sufriste cuando se largó?

—Por favor no sigas. —Le suplico frustrada.

 
—Enfréntalo de una vez, cuándo él viene tu simplemente pierdes tu norte, mira la niñería que le hiciste a tu compañero de trabajo. No eres consciente de tus acciones por culpa de él.
¿Dónde él estuvo cuando te internaron en aquella clínica? ¿Él sabe que sufriste depresión por su culpa? No, no lo sabe y solo porque a él nunca le has importada linda. Él solo piensa en él, en su dolor y en su realidad. Nunca te preguntó tan siquiera si tú serías capaz de afrontar aquella situación, él asumió lo que le dió la gana y se fue.
 
Me levanto ya cabreada por sus comentarios.

 
—Si yo pudiera lo olvidaría Abi, pero no es fácil, mi corazón no lo quiere soltar ¿de acuerdo? Te pido por favor que ya no intervengas en esta situación.
 
Abigail se levanta indignada, agarra su bolso y me mira muy seria, antes de cerrar la puerta agrega:
 
—Te lo acepto si yo fuera una completa extraña Sofía, pero te recuerdo que para mí tu eres mi hermana, no te digo las cosas para fastidiarte, te lo digo porque me importas. Yo viví contigo tu dolor, yo te abrasé mientras llorabas por ese idiota, yo te visité cada lunes en aquella miserable clínica, yo te impulsaba a que probaras la comida, si tú te hubieras visto a través de mis ojos Sofía… ni tú te hubieras reconocido, ese amor te hundió, eras una persona completamente rendida y sin ganas de nada.
Carajo, Sofía Campos cuando ese te vuelva a dejar en el piso, que sepas que mis brazos volverán a estar abiertos para ti. Aunque yo no sea nadie para intervenir en tus errores.
 

Sale apenas pronuncia la última palabra antes de que se le humedezcan los ojos. Soy una horrenda persona, sin remedios.

 
(…)

 
Estoy en una tienda de regalos, de alguna manera quiero disculparme con Santiago, realmente he sido muy patética y lo admito. La discusión que tuve anoche con Abigail, me hace replantearme aún más las cosas. Ella tiene la razón. Sé que Alexander no me conviene, sé que me ha lastimado mucho. No lo buscaré más, volveré a ser la mujer llena de vida que era antes. Él no me volverá a herir.

 
— ¿Te puedo ayudar en algo?
 
Le sonrío a la chica que pasa a atenderme y le explico de apoco que es lo que me gustaría, porque ni yo estoy segura.

 
Estoy bajándome del taxi media hora después del inicio de mi horario laboral, creo que la puntualidad nunca será parte de mí. Corro escaleras arriba mientras le doy un saludo fugaz a Margarita, abro la puerta y miro a los chicos trabajando. Saludo a Elena y Luis, sé que Thiago ha notado mi presencia, recién veo que se tensó apenas hablé. Estoy caminando directamente hacia su escritorio sin importarme que los demás me miren expectantes.

 
Pongo mis manos en su mesa haciendo que suene y él frunce el ceño al mirarme completamente sin expresión.

 
—Lo siento. —Suelto de un solo.
 
Él baja la cabeza y pasa de mí, haciendo que me sienta incómoda.

 
Vuelvo a traquear su mesa y él está a punto de hablar, pero yo le entrego una bolsa de regalo y sus ojos se vuelven curiosos.

 Vuelvo a traquear su mesa y él está a punto de hablar, pero yo le entrego una bolsa de regalo y sus ojos se vuelven curiosos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Eligiendo AmarteWhere stories live. Discover now