23. "Tu baba es mía"

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Se acercó a mí posicionando una de sus manos en mi cadera y la que daba a los chicos la ubicó cuidadosamente en mi mejilla. Cuando sus labios rosaron los míos recordé aquella noche en la fiesta y me di cuenta de que todos los síntomas que tuve después no había sido el vodka. Sus labios eran suaves y captaban perfectamente a los míos, era un excelente besador, de eso no tenía duda. Sentí miles de cosquillas en mi estómago y mi corazón palpitaba fuerte. Esto no era lo que tenía presupuestad.

Cuando el beso terminó él me miró y me dedicó una linda sonrisa, pero rápidamente su rostro se llenó de confusión. Pude ver como sus ojos bajaron extrañados y miró hacia otro lado. Podía sentir su cerebro trabajar, la pregunta era ¿en qué estaría pensando?

—¡Oh wow, Hood! Eso si fue un beso. ¡Finalmente alguien que entiende el juego! —agregó Mike casi alabando a Calum.

Vaya, yo también participé del beso, Mike. Miré a Ariana y ella ya me estaba mirando con una sonrisa pícara dibujada en el rostro. Sí, esto me traería una conversación interesante con ella.

—Bueno. —habló Ashton haciendo que todos nos volviéramos a concentrar en el juego—. Te toca, _______ (Tn).

Acababa de pasar por un momento que dejó mi cabeza en otro lado. No sabría si podría con la presión de Mike ahora que ya había visto que estaba dispuesta a besar. El problema era que estuve dispuesta a besar a Calum, porque la atracción le ganó a la razón y no había duda de que eso me pasaba solo con Calum.

Hice girar la botella sin mucho ánimo. Mis pensamientos seguían en el momento que compartí con Calum. Era ridículo, porque era evidente que él no sentía lo mismo. De repente un pensamiento cruzó por mi cabeza... si me tocaba otra vez Calum moriría, pero antes de que pudiera darle más vueltas al asunto la botella se detuvo y cayó justo en Ashton.

—¡Ja! La venganza es dulce —gritó Mike victorioso refiriéndose a nuestro primer beso—. Y ahora si hay una regla... debe ser en la boca.

Las últimas palabras de Mike hicieron que yo me sobresaltara y mirara a Calum. Él me miro en seguida, por primera vez desde nuestro beso, pero su cara estaba seria. La conexión de nuestras miradas no duró mucho, debido a que Calum la apartó.

—No seas insistente, Mike. —dijo Luke un poco serio e incómodo. Él se había dado cuenta de la cara de Calum, de eso estaba segura.

—No lo hare, Mike. —dijo Ashton inmediatamente, pero sus ojos estaban en mí y no dudó en dedicarme una sonrisa que me tranquilizó.

Habría sido más difícil tener que rechazar el beso si Ashton hubiera estado convencido de que debíamos pagar. Era claro que no sentía la misma convicción de Calum.

—Las reglas son reglas —dijo Mike seriamente para luego agregar—. Además, no te hagas, sé que mueres por besar a _______ (Tn).

Todos pudimos notar el toque de diversión de Mike. Lo poco que lo conocía, sabía que era parte de sus bromas, pero creo que Calum no lo entendió así, porque en cuanto el chico de piercing en la ceja dijo esas palabras Calum se levantó y salió dejándonos a todos boquiabiertas.

(...)

Caminé por las escaleras, bajando uno por uno cada peldaño tratando de no hacer ruido alguno. Presentía donde estaría, en el jardín, así que fui cuidadosamente allá. La señora Joy tenía un jardín que inspiraba tranquilidad. Sabía que lo encontraría allí y así fue.

Lo miré de lejos antes que se percatara que yo estaba ahí. No podía dejar de preguntarme qué era lo que él tenía que hacía que todo dentro de mí se revolucionara. Solo hacía falta una mirada, una sonrisa, escuchar una palabra con esa dulce voz y yo parecía reaccionar.

Cuando estuve a punto de avanzar noté que él se había percatado de mi presencia. ¿Cómo lo hacía?

—¿Qué haces aquí? —dijo él con un tono frío. Vaya bienvenida.

—¿A caso no puedo estar aquí? —le dije en un tono juguetón—. No sabía que tenía restringida esta área de la casa.

—No es eso. —respondió rápidamente, pero su tono no era el mismo mío—. Me refiero a que deberías estar besando a Ashton.

Dios. Qué frialdad puede ser capaz de expresar con una simple oración.

—No creo que los besos sean tan largos. —le dije, pero sin responder su pregunta.

—Ah, ya lo besaste. —dijo en un tono cínico, pero podría ver como su rostro se tensaba ante la idea.

—No lo besé.

Esas palabras, esas simples palabras fueron todo lo que necesitaba para tener su atención nuevamente. Vamos, Hood, si no te conociera pensaría que...

—¿No lo besaste? —me preguntó asombrado, pero sé que intentaba ocultar algo de alivio. Podía verlo reflejado en su rostro—. Pensé que moría por besarte, en realidad que ambos morían por besarse.

No pude evitar soltar una risita ante su comentario. No podía ser que algo así viniera de la boca de un chico de dieciocho años. ¿Acaso notaba un poco de... celos? Imposible. ¿Qué es exactamente lo que estás pensando, Calum?

—No sabía que eso te importara. —dije balanceándome.

—No es que me importe, es obvio ¿no? —preguntó mirándome, tratando de obtener respuestas.

Claro que quería respuestas. Tienes suerte de que no sea como tú, Hood.

—Nop —respondí en con un acento natal muy marcado—, porque a mí no me gusta Ashton.

Eso pareció iluminar el rostro de Calum y deseé que dejara de hacer eso, porque todo lo que lograba hacer con esas acciones... era ilusionarme con algo que era evidente que no pasaría.

—¿Ah no? —pregunto él y yo negué. ¿Eso que acaba de ver fue una sonrisa?

—Que bien. —dijo con una sonrisa triunfadora.

Por unos segundos me sentí confundida, por lo que rápidamente solté un—: ¿Por qué?

—Porque no es bueno compartir la baba, fresita. —me respondió acercándose a mi mientras acariciaba mi mejilla.

—¿O sea..? —pregunté rogando que no fuera vago con sus respuestas, porque solo lograba confundirme más.

—Que tu baba ahora es mía, fresita. –finalizo para luego tomarme de la mano sin dejarme procesar la información y caminar hacia el interior de la casa.

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*Capítulo corregido* 

Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)Where stories live. Discover now