Pretty Boy ✧ Muke

3 ✧ Roses

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"Tell me If I'm wrong, and this is crazy
But I got you this rose
And I need to know
Will you let it die or let it grow?"

Roses – Shawn Mendes

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Nunca, jamás, en sus cortos diecinueve años de vida se había levantado tan temprano para ir a clases.

Es más, estaba seguro que el conductor del bus posó una expresión de sorpresa al darse cuenta que se encontraba en el primer recorrido. Pero, de todas formas, ignoró las expresiones de sorpresa que recibió desde que se encontró con su madre antes que ella saliera para el trabajo. Su corazón latía demasiado rápido con la angustia de volver a clases lo más pronto posible.

Sus días suspensión jamás fueron tan angustiantes como estos últimos. Casi siempre pasaba esos días jugando videojuegos, ordenando pizza, agradeciendo no tener que comer más de la asquerosa comida de la cafetería, y rogando que los días se hicieran más largos antes de tener que volver a su continuo sufrimiento. Ahora, lo único en lo que se basaron sus días fueron horas pegado a la pantalla de su celular, contestando los mensajes diarios que Calum le enviaba, o los de Luke (luego de encontrar su Instagram, de una manera para nada acosadora).

No había hablado con él desde hace dos, y estaba levemente preocupado por eso. Según Calum, todo parecía estar bien. Luke se sentaba con Kendall y él en los almuerzos, aunque siguiera sin hacer más que asentir o negar cuando le hacían preguntas. Algunas veces, los acompañaba a fumar a la parte trasera de la escuela, aunque prefiriera estar leyendo al lado de ellos. Pero, aparte de eso, Calum le había asegurado que no habían tenido problemas con Tyler. Bueno, hasta ayer.

Sabía que Luke y Calum no compartían el mismo horario, por lo tanto, Luke tenía su última clase sin alguno de sus amigos. Lo que significaba que, estaba por su cuenta. Y, no debería preocuparle tanto. Luke era un chico grande de dieciocho años (según su información en Facebook), podía defenderse perfectamente por su cuenta de idiota que pudieran ser una amenaza para él.

Pero, luego recordaba al chico que estuvo parado delante de un salón completamente afligido e inseguro, mientras murmullos llenaban la habitación y él deseaba desaparecer. Recordaba al chico que miraba el piso que se rodeaba a sí mismo con sus largos brazos cuando tenía miedo. O, él mismo que era incapaz de defenderse de personas que pudieran ser una amenaza. Aunque, Luke realmente no necesitaba que hacerlo. No tenía problema con defenderlo de cualquier idiota que si quiera le diera una mala mirada. Solo que, estos últimos días no estuvo ahí.

Es por eso que, necesitaba llegar lo antes posible a la escuela, asegurarse que Luke se encontrara bien y que su corazón dejara de latir tan rápido por la angustia que alguien hubiera podido marchitar a su flor.

En el momento que bus se detuvo en una de las estaciones más cercanas de la escuela bajó rápidamente, prácticamente corriendo hacia el edificio, chocándose con alguno de los alumnos que iban en la misma dirección y sin siquiera molestarse en disculparse.

Recibió algunas miradas de sorpresa en el momento que pasó por las puertas de ingreso de parte de maestros, pero estaba demasiado ocupado buscando entre la multitud de personas a unos rizos rubios o unos ojos azules. Quizá, era demasiado temprano y Luke seguía en su casa. La verdad, no tenía idea, porque siempre cuando llegaba a clases él ya estaba ahí, esperando en el último asiento de cualquier salón, reservándole un asiento.