Ruin (Adaptada) (InuKag)

capitulo 11

Giro la cabeza para ver a Koga parado allí con su uniforme.

—Hola —digo—. ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto amablemente.

—Vine a recoger una orden para mí y algunos de los muchachos en la estación. Hola, moroha. —La saluda con la mano.

—Hola, Koga. —Le devuelve el saludo, sonriendo. Al mencionar el nombre de Koga, veo a Inuyasha endurecerse en mi periférico. Si no hubiéramos tenido la situación de Megan, me sentiría incómoda por la presencia de koga aquí. Ahora, no tanto. Los ojos de koga van curiosamente hacia inuyasha, el reconocimiento los inunda. inuyasha lo mira abiertamente. Oh, mierda. Bueno, tal vez me siento un poco incómoda. Sabiendo que tengo que presentarlos, digo:

—koga, este es Inuyasha Taisho. inuyasha , este es Koga.

—Sé quién eres —dice koga a inuyasha, extendiendo una mano para sacudir la de inuyasha—. Soy un gran admirador. inuyasha mira su mano extendida como si estuviera infectada con el virus del ébola, y luego, de mala gana, le da la mano. Duro, basándome en la manera en que koga flexiona sus dedos después de su apretón de manos.

—Siempre es bueno conocer a un admirador —dice inuyasha. Y estoy bastante segura de que detecto sarcasmo en su voz.

—Entonces, ¿cómo se conocen? —pregunta koga.

—inulasa es un viejo amigo de mamá —dice moroha amablemente.

—Fuimos a la escuela juntos —aclaro, dejando de lado la parte de que fue mi primer amor, mi primer todo—. inuyasha está en la ciudad, así que nos estamos poniendo al día.

—¿Qué te trae a Port Washington? —pregunta koga.

—Familia. —inuyasha me mira fijamente, y me retuerzo en mi asiento.

—¿Puedes darnos un minuto? —digo a inuyasha—. Solo necesito hablar con koga. Está relacionado con el trabajo. inuyasha resopla, pero no dice nada. Me levanto de mi asiento y me alejo de nuestra mesa con koga siguiéndome. Me detengo cuando estamos fuera del alcance del oído de las personas y me dirijo a koga. Antes de que tenga la oportunidad, dice en voz baja:

—Él es su padre —afirmándolo, sin preguntar.

—¿Cómo? —pregunto, atónita.

—Bueno, soy policía. Es mi trabajo notar cosas como esas. Pero, honestamente, son sus ojos, kag. Ella se parece a ti. Pero tiene sus ojos. Son un claro indicio. Confío en koga. Él no es un chismoso. Pero aún digo:

—Por favor, no se lo digas a nadie. moroha no lo sabe todavía.

—Puedes confiar en mí, kag. Pero, ¿cómo demonios no sabe moroha quién es su padre?

—Es una larga historia.

—Tengo tiempo.

—Ahora no. En otro momento —digo.

—¿Sigue en pie lo del miércoles? Dudo.

—Es difícil en este momento...

—Está bien —dice, pasándose una mano por su cabello—. Tengo libre el fin de semana después del próximo. ¿Qué tal si salimos el viernes por la noche?

—No hacemos eso.

—Creo que deberíamos. Me gustas, kag.

—¿Lo estás preguntando por inuyasha? —pregunto y lo lamento de inmediato. Frunce el ceño.

—No. Te lo he preguntado desde hace un tiempo, kagome. Mucho antes de que inuyasha taisho apareciera. Echo un vistazo a mis zapatos.

—Mira... me gustas, koga. En serio. Pero moroha... pronto descubrirá quién es su padre. Simplemente no es el momento adecuado para comenzar cualquier cosa con alguien.