Igualita a papá

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—Hola bebé, que carita de mala tienes hoy —sonrió mirando el ceño fruncido de su hija.

Sofía tenía ya casi un mes, y a diferencia de un bebé humano, su desarrollo era un poco más acelerado en los kanatitas. Ya no dormía mucho como las primeras dos semanas, ahora se mantenía más despierta y atenta a sus papás.

—Hele ¿Por qué está molesta? Me mira enojada —sonrió el rubio mirando a su bebé.

—Es que recién se despierta.

Se acercó a Gellyan y observó a la bebé, antes de reír.

—Ey ¿Por qué estás tan mala? ¿Papá te despertó y no te dejó dormir? Sí, tienes un papá muy cargoso, mi amor —sonrió Helena hablándole a su hija, tocándole los cachetes.

Pero ni así cambió su expresión molesta. Helena miró a la niña, y luego a Gellyan, antes de reír nuevamente.

—Es igual a tí, la misma cara.

—Yo creo que se parece a ambos, especialmente la nariz, es pequeña y redondeada como la tuya.

—Pues algo tenía que sacar a mí, después de llevarla nueve meses y aguantarme tres meses de vómitos —sonrió.

Tomó el biberón que le había preparado con la leche que se había extraído y se lo dio a Gellyan.

—Debo ir a trabajar, aquí está su leche, recuerda siempre tener en alto el biberón, para que tome aire y le de cólicos luego. Y no te olvides de hacerla eructar. En cuatro horas regreso.

—De acuerdo, ve tranquila.

—Pórtate bien con papá, amorcito, te amo —sonrió dándole suaves besos por su carita, antes de irse.

Gellyan acomodó a la niña sobre su brazo, y luego probó la leche, para ver qué tuviera la temperatura adecuada para dársela.

—Hm, creo que sólo tenías hambre —sonrió al ver como cambiaba la expresión de su rostro—. ¿Qué haremos hoy mientras esperamos a que regrese tu mamá?

Gellyan cuidaba a la bebé mientras Helena trabajaba, ella había adaptado sus horarios para que él pudiera pasar tiempo con la niña, e ir a su empleo también.

***

—Eso sería todo ¿verdad? Perfecto, entonces nos vemos mañana —sonrió antes de cortar la llamada.

Cerró los ojos, y se estiró en su asiento, suspirando después. Le dolía la espalda de cargar a la bebé todo el día en brazos, y por la leche además.

Salió de la habitación que usaba de oficina en su departamento, y fue a la sala, encontrándose a Gellyan durmiendo con la niña sobre su pecho, en el sillón.

Se acercó a ellos, e intentó tomar a la bebé, pero el rubio la abrazó más a él.

—Soy yo.

Al escuchar la voz de Helena liberó a la niña, para que pudiera tomarla y sentarse luego, bostezando.

—No sé en qué momento me quedé dormido.

—Lo sé, a veces pasa, cuidarla es bastante agotador —sonrió besando la frente de Sofía—. ¿Comiste?

—Sí, me preparé un sándwich —le dijo tomando su mochila.

—Eso no es un almuerzo.

—Es lo mejor que pude hacer con una mano. Sofi no quería ir a su coche —sonrió, acercándose a ella para saludar a la pequeña—. Dulces sueños, bebita, te amo.

—Suerte.

—Gracias, tú también con ella —sonrió antes de tomar su casco e irse, ya que ahora era su turno de trabajar.

Helena fue hasta la puerta, y le colocó el seguro, yéndose luego con la bebé a la habitación, para dormir ambas una siesta. Se sentía agotada.

***

—Sofi, ya, espera un poco bebé —bostezó escuchándola llorar, molesta.

La bebé tenía algo en particular, y es que era muy impaciente. Cuando tenía hambre, o quería que la tomaran en brazos, debían hacerlo ya, cuando ella lo disponía, porque de lo contrario, se largaba a llorar a todo pulmón.

La acomodó contra su pecho, y se levantó la camiseta, para darle de mamar, sólo así la pequeña se calló, succionando hambrienta.

La miró y luego sonrió, negando con la cabeza.

—Eres igual de llorona como tu papá, hasta en eso te pareces.

Tomó su celular, y observó los mensajes que le habían llegado en esa dos horas que había podido dormir de siesta.

"Ya llegué y estoy bien. Dale muchos besos de mi parte a la bebita enojona."

Todos los días, a pedido de Helena, Gellyan le envía un mensaje avisándole cuando llegaba y salía del trabajo, para dejarla más tranquila.

La zona no era segura, y él viajaba en moto a su trabajo.

—Un beso por parte de tu papá —sonrió besando a la niña en su frente, escuchándola ronronear—. Ahora sí estás de bien humor ¿No? Llorona hermosa.

...

Regalo de NavidadTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang