XXXVI. Yo tampoco quiero

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—Podéis dejar de dar el maldito espectáculo y de dejar de comportaros como dos malditos adolescentes.— gruñe mi hermano, de inmediato me separo de él y me bajo de él totalmente avergonzada al ver aun a más gente que antes mirarnos sorprendidos.

—Perdón— me disculpo totalmente avergonzada pero mi hermano no deja de fulminar con la mirada a Axel, el cual le mira como si nada.

—Se tendría que disculpar que bastante grandecito está para dar el espectáculo— dice molesto, de inmediato Axel intenta abalanzarse sobre él, pero me pongo frente a él rogándole con la mirada.—Tenemos que coger ya el coche— dice antes de darse la vuelta e irse.

Cuando está lo suficientemente lejos, me giro de nuevo a mirar a Axel y sonrió de lado antes de pegarle a él al árbol para besarle mientras paso mi mano por su abdomen con cuidado de no darle en ninguna herida mientras subo para llegar a su cuello y luego a su pelo para volver a tirar de él antes de separarme.

—Esto hay que repetirlo— susurra divertido antes de que me gire y comienzo a andar con el cogiedo de la mano en dirección a donde se ha ido mi hermano.

—No hasta que no digas porque te has cabreado— digo girandome para sonreirle inocente.

—El médico ese, parecía que estaba babeando por ti— dice simple, pegándome a él intentando besarme, pero aparto la cara impidiéndole hacerlo.

—Y por eso te pones a tontear con la enfermera

—No estaba tonteando— se defiende sorprendido

—Te has acercado demasiado a ella— le contradigo

—Lo suficiente para que me vendara

—Luego te has reido, como si estuvieras tonteando— digo poniendo morritos, haciendo que se ría a la par que niega con la cabeza antes de besarme.

—Me ha parecido gracioso, por eso me he reido— dice al separar nuestros labios. Frunzo el ceño y justo cuando iba a hablar, aparece Nicolae.

—Axel Black... No se si decir que me alegra volver a verte, después de todo...— dice con sorna.

—Nicolae...— dice mirándolo amenazante, ruedo los ojos cansada y me suelto del agarre.

—Cuando acabéis con vuestra pelea de testosterona avisarme— digo caminando hacia el coche del cual sale mi hermano con una sonrisa.

Seguro que es porque no me acerco con Axel, porque en cuanto coge mi mano de nuevo se le borra.

—¿Nos vamos?— le pregunto, Ed asiente y abre la puerta para que pase.—¿No vienes con nosotros?

—No, acompañaré a Ivar y a Nicolae— dice intentando sonreír pero le sale una mueca.—Nos vemos luego

—Te quiero, Ed.

—Un coche para nosotros solos...— ronronea ya dentro del coche poniéndome sobre sus piernas haciendo que ría.

—No, yo estoy aquí.— dice Andrea, me giro sorprendida hacia el asiento del copiloto y sonrió como una tonta

—Andrea, no sabia que estabas aqui— digo abrazándola.

—Lo se, quería darte una sorpresa— dice abrazándome de vuelta, cuando nos separamos mira a Axel con precaución pero luego le sonríe amable.—Profesor...— dice divertida.

—Me alegra volver a verte. No he tenido la oportunidad hasta ahora de agradecerte el haber sacado a Tess de allí a tiempo, si no fuera por ti...— dice abrazándome con cariño haciendo que le mire como una tonta.

Mi ángel de ojos azulesWhere stories live. Discover now