Bueno, después de ello, me gradué y decidí por sugerencia de mi madre que me tomara un año para mí hasta que se calmaran las aguas. Pocos sabían que era el hijo de Jeon Dochang y si supieran, según la lógica de estas personas, debía pagar por los actos cometidos de mi padre.

En ese año decidí ser un abogado criminalístico, ser un defensor de personas como mi padre. Me hizo pensar cuántas personas realmente inocentes llegaron a ser encarceladas por actos que no cometieron. Aunque comprendía que no todos podrían ser inocentes, no permitiría ser sometido por la corrupción y sería lo más justo e imparcial posible.

Cuando fui a presentar mi examen de ingreso a la universidad, a finales de noviembre.

Fue la primera vez que la vi.

Tan radiante y de movimientos elegantes que caracterizaba a Misuk.

Estaba de pie, con un grupo de chicas que observaban a todo aquel que llegara. Yo estaba recostado en el tronco de un árbol, con las manos en los bolsillos de la chaqueta, mirándola desde lejos.

Noté que muchos la volteaban a ver, y como no verla. Si resplandecía con estar de pie allí, el sol estaba oculto esa mañana, pero no dejaba de destacar. Su cabello caía como cascada negra y ondeaba suavemente con el viento. Contrastaba con su piel blanca cremosa y se realzaba por su vestimenta oscura de invierno, lo que llamaba también la atención era la bufanda roja alrededor de su cuello. A pesar de ser noviembre, empezaba el frío invernal.

A mis ojos era la chica más bonita que había visto y me era imposible no dejar de verla, como si las demás chicas a su lado se opacaran y solo estuviera Misuk. Ni siquiera la foto que logré ver de ella, hacía justicia con su propia presencia.

¿Era obvio que quedé flechado con tan solo verla?

De repente vi que una persona capturó su atención, y como si fuera de forma inconsciente, la detuvo del brazo. Era un chico esbelto y con una vestimenta llamativa a ojos de cualquiera. Ella le habló por unos segundos y con sus manos señaló todo su cuerpo.

Pareció que las palabras de Misuk no le agradaron, porque incluso desde mi distancia, pude escuchar lo que le dijo.

—¡Eh! ¿Quién te crees que eres fresita? Para estar cuestionando mi ropa. Mejor anda a buscar a tu propio muñeco, creída.

Con eso dicho, el tipo se fue, dejando a una Misuk boqueando y parpadeando varias veces. Tardíamente hizo una reverencia como disculpa, pero él ya le había dado la espalda.

Su rostro se ensombreció de tristeza. Y noté que se llegó a morder el labio inferior. Me imaginé que seguramente sus pómulos se habían tintado del rosado de la vergüenza.

Aunque sabía que Misuk fue algo atrevida y un poco brusca a la hora de querer dar asesoramiento a las personas. La forma hosca en que respondió el tipo no era la correcta. Haciendo que pasara un mal trago y sabiendo que no lo hacía por mala intención.

Ella lo que debía hacer era... Aprender cómo acercarse a las personas para darles consejos de moda.

Pero dejando eso de lado, me pareció linda verla actuar así. Y una idea, quizás tonta. Me hizo querer venir una vez que ingresara a la universidad, con ropa mal combinada para poder atraer su atención.

Y como había dicho, de una idea tonta solo se podía esperar una cosa, fracaso. Tres meses sin éxito transcurrieron en los que a veces coincidimos, pero no lograba capturar su atención.

Lo único que logré atraer fueron las miradas de mis compañeras que no me interesaban. A quien quería que me mirara parecía ser inalcanzable.

Del mismo modo que en el instituto, los rumores no se acallaron cuando se trataba de ella u otro estudiante con familia prestigiosa. Aquí la denominaban como la Barbie de la universidad. Capaz de hacerte sentir mal por la ropa que llevabas. O ganarte una mirada de asco de su parte porque tu ropa no era de marca.

Novio Falso | Jeon Jungkook [#1] [✔️]Where stories live. Discover now