Consejos del Oráculo de las Moscas: ¿Estudio o escribo?

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Consejos del Oráculo de las Moscas: ¿Estudio o escribo?

(Nada nuevo sobre cómo superar las ansias de volver a la narración durante épocas de exámenes, pero si quiere seguir leyendo, allá usted)

Bienvenidos de nuevo a este recinto. Se suponía que nuestra participación sería única y exclusiva en torno al asunto de las crueles Musas, pero aquí estamos de vuelta. Hemos aparecido entre los renglones borrosos de un apunte universitario de la escritora infame de esta revista.

Sí, nuestros pequeños huevos han hecho eclosión entre cuestiones de historia nacional y panfletos políticos del centro estudiantil. Así, mientras las neuronas de esta autora se disecan bajo el calor de la llama del idealismo de sus profesores, hemos decidido hacer un nuevo apartado.

Oh, gran Oráculo de las Moscas, respóndenos: ¿Qué hacer cuando la inspiración nos asalta en medio de nuestros estudios?

Antes de que abandonen sus libros y corran a meterse a wattpad (cosa que hemos obligado a hacer a la dueña de los dedos que teclearon estas letras), tómense un respiro. Les damos algunas ideas de lo que pueden hacer para engañar a sus preciosos cerebros en el camino.

Ignora a la musa malvada, por venir cuando nadie la llamó

Bueno, es un consejo tonto, pero nada se pierde con intentarlo, ¿no? Dile que regrese cuando sí la necesites. Aunque es probable que, conociendo a nuestras queridas fuentes de inspiración, se rían y consideren ese pedido como algo contradictorio. Es sabido que la ecuación es: a menor tiempo, mayor creatividad. O así se dice por ahí. 

Utiliza ese entusiasmo para continuar estudiando con ganas

¿En serio? ¿Acabamos de dar eso como consejo válido? Nos estamos oxidando, las neuronas secas y crocantes de nuestra autora deben ser las culpables. De todas formas, si consiguen hacerlo, avísennos así registramos el logro.

Convierte tu aprendizaje en la investigación para una nueva obra

Ya que no puedes vencerlos, úneteles. Engaña a la musa para que se quede conforme con la idea de que estás trabajando para ella también. Al final, tendrás material para alimentarla de verdad (a ver si no se escapa).

Deja todo y corre al exterior, para que el aire libre espante a la maldita

Sí, puede que no estés escuchando los susurros de una Musa, sino los ecos de tu propio cansancio. Tal vez es tiempo de que sueltes esos libros un rato, confundas a tus deseos con una maratón de tu serie favorita, ahogues tus penas en alcohol o videojuegos, hagas vida normal y tu cabeza descanse. 

Si has probado con todos los métodos de la lista y nada funciona, dale con el gusto

Sí, puede que lo único que estés deseando sea un poco de vicio, al fin y al cabo. Deja que los huevos de las pequeñas moscas exploten, corre a abrir la pestaña de Obras y crea un nuevo documento. Vuelca esa inspiración en un capítulo de una historia que ya tengas en curso, o en un cuento corto que refresque las mariposas en tu estómago.

Pero no hagas planes para hacer demasiado, porque cuando te des cuenta, estarás solo de nuevo y te quedará menos tiempo todavía para esos exámenes. 

Con esto, nuestras alas emprenden el camino hacia un mejor mañana (ya venimos teñidas con los colores de diversos partidos y cargadas de pancartas sobre ideas ajenas). Nos alejamos, no sin antes desearles un buen período de estudio y pedir que lo próximo que haga explosión en nuestra autora sean las ganas de hacer otra cosa y ya no nos moleste.

¡Éxitos a todos! 

Revista La Pluma NaranjaWhere stories live. Discover now