Consejos del Oráculo de las Moscas: ¡Atrapa a tu musa!

4.4K 420 133
                                    

Consejos del Oráculo de las moscas: ¡Atrapa a tu musa! Y no la dejes escapar

(Nada novedoso sobre cómo superar los bloqueos, pero si quiere seguir leyendo, allá usted)


Había una vez una aspirante a escritora con muchas locas ideas nuevas. Sus personajes la perseguían, día y noche, rogándole que plasmara sus historias en el Microsoft Word. Los títulos nacían durante la ducha. Las portadas surgían en su mente cuando abría la heladera. Los diálogos más emocionantes eran susurrados desde el interior de su almohada, cuando se iba a dormir. No estaba loca. O sí, pero solo lo necesario.

Entonces, se sentó al ordenador, escribió en un suspiro la sinopsis, pensó en un cronograma de publicaciones más o menos ideal, y lo puso en la web. El proyecto había tomado forma, se había vuelto real. Contenta, abrió la puerta y salió a pasear.

Cuando regresó al tema, para el momento en que debía comenzar a escribir su nueva historia, se encontró con que sus personajes no aparecían. Buscó en su almohada, por si quedaba el eco de los diálogos que había escuchado, sin embargo allí solo había silencio. Y gomaespuma. O lo que sea que le ponen al interior de las almohadas.

Su inspiración se había ido, lo supo de inmediato. La musa perra la había abandonado, justo cuando la necesitaba. De pronto, una buena cantidad de interrogantes se hizo lugar en el espacio que podría haber ocupado la creatividad. ¿Qué podía hacer? ¿Borrar lo que había hecho? ¿Insistir con la página en blanco y el titilar del cursor hasta que cualquier cosa surgiera? ¿Arrojar la computadora por la ventana? ¿Comprar algún incienso, encender algunas velas, moverse al ritmo de la danza de la lluvia?

Si esto les suena, es que han vivido el famoso bloqueo de escritor. Y, si bien no hay una solución universal para esto, ya que lo que a unos les sirve, a otros puede que no tanto, les voy a dejar algunas sugerencias. Yo debería tomarlas también. La verdad es que esta sección de la revista surge debido a que suelo sufrir estos bloqueos cada tanto.

¿Qué consejos me das, oh gran oráculo de las moscas, para dejar de perder a mi musa cada vez que un bichito pase volando?

Repito, estas son ideas que a veces me resultan, pero no son prescripciones médicas, así que no acepto juicios por mala praxis. Pruébenlas y luego me dicen. O no. No me relacionen con esto después, no me hago cargo de las consecuencias. (Qué mal oráculo, pero bueno, soy una parva de moscas nada más).

Usa la música a tu favor

Sí, pon tu cuenta de Spotify a trabajar en algo productivo de una vez. Arma todas las listas de reproducción que necesites y juega con el buscador, paséate por tus artistas favoritos, guarda los temas que te recuerden a tus personajes o que pienses que podrían llegar a servirte en alguna escena. No te detengas a escuchar cada uno completo, solo agrégalo y continúa el viaje. Una vez que tengas un arsenal bien armado, podrás darle play y sentarte a escribir.

Advertencia: Si eres como la autora de esta revista y, de vez en cuando, te quedas embobado con la voz de ciertos cantantes, o algunas canciones te gustan tanto que te llevan a situaciones de tu vida personal, evita esos artistas. Busca un término medio, esto debe servirte de inspiración, no llevarte a una nube rosa.

¿Eres más de los estímulos visuales? ¡Vive le Google!

Hay páginas con hermosos fotomontajes de mundos de fantasía, de ciencia ficción, de personajes que bien podrían haber salido de la pantalla grande. Deviantart, Tumblr, Stockvault y 123RF son los que yo utilizo, pero la lista es larguísima. Muchas dan la posibilidad de comprar las imágenes para usarlas bajo ciertas condiciones. Utiliza todo eso para armar carpetas en tu computadora con los nombres de tus personajes.

No te pongas muy quisquilloso. Junta todo lo que te parezca bonito, otro día podrás dedicarte a filtrar lo que sirve de lo que no. Muchos utilizamos actores o modelos conocidos para guiarnos mejor, pero hay ventajas en elegir a desconocidos también. Cada uno tiene sus métodos en ese sentido, todos son válidos si llevan a buen fin en tu proceso de inspiración. Algunos imprimen esas fotos y las pegan en su espacio de trabajo para tenerlo más presente. Si no tienes mucho lugar, como yo, puedes conformarte con conservarlas a mano en la pc.

Advertencia: Dije que todos los métodos son válidos a fin de llegar a la inspiración, pero no salgan a asaltar bancos en nombre de la musa. Si les habla al oído una vocecita ordenándoles hacer esas cosas, no es lo que creen.

Vuelve a las fuentes

¿Recuerdas cómo surgió la idea en primer lugar? ¿Estabas mirando alguna película, visitando algún lugar, leyendo sobre la vida de algún personaje histórico? ¿Te habían contado alguna anécdota, habías tenido alguna mala experiencia con alguien en esos días? Si no sabes por dónde huyó el entusiasmo inicial, trata de volver a sentirlo repitiendo el estímulo (en la medida de lo posible). Algo puede volver a aparecer.

Esto es como desenredar los nudos del cable de nuestros auriculares. Tenemos que reunir paciencia, tomar el extremo libre y retroceder hasta hallar el nudo, para desarmarlo. Y sí, las parvas de moscas escuchamos música también, nos gusta usar auriculares grandotes. Deberían vernos.

Escribir de todas maneras un poco

Dijo Picasso: “Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”. No esperes a que surja sola la frase matadora que te dará todos los premios. Empieza tecleando alguna cosa sin importancia sobre el paisaje, describe el entorno, transcribe alguno de los diálogos que tanto te perseguían al principio, aunque sean parte del clímax de la historia. Eso te servirá de precalentamiento, te dará ánimos para seguir. Quién sabe, a lo mejor al quinto párrafo surja el comienzo del primer capítulo sin que lo notes. Relee lo que hayas escrito, separa lo que puedes usar allí, lo que puedes dejar para más adelante, lo que debes borrar, y continúa. A la musa también le gusta que la reciban con la cena preparada.

Advertencia: No es que nadie deba forzarse, ni sufrir frente a la página en blanco del Word. Prueba la escritura automática, que tus dedos se muevan con lo primero que llegue a tu mente. Si esta historia te provoca rechazo o sufrimiento, déjala de lado, escribe otra cosa.

Dejarlo reposar un poco más

A veces la cosa no funciona, no hay caso. Tal vez no es la hora de contar esa historia todavía. A lo mejor es época de exámenes, o tienes problemas personales, o se acercan las fiestas y no puedes pensar en otra cosa que comida y vacaciones. Ama a tu cerebro, si te pide descanso dáselo.

Si pasa el tiempo y nada de esto funciona…

Entonces sí es probable que la idea no haya echado raíces y tampoco lo haga en un futuro. A no descartarla del todo, siempre algo de eso sirve. Puedes guardar en una carpeta de tu pc lo que habías logrado hasta el momento, ya fuera la sinopsis, los capítulos que ya tenías, algún resumen de la trama o de los personajes. A lo mejor esa historia sea la base de otra en el futuro, puede que uno de los villanos sea útil, o alguno de los secundarios te haya conquistado lo suficiente como para ser protagonista de una novela distinta.

La escritura es un proceso que funciona de diversas maneras, según cada escritor. No nos pongamos pautas rígidas, incluso si sabemos que a otros les ha funcionado, puede que esa misma metodología no sea la adecuada para nosotros. Seguro eres consciente en algún grado de las cosas que más te distraen y de las condiciones en las que mejor te concentras. Es solo cuestión de hacer caso a esa intuición.

Mucha suerte y a salir a cazar a esas musas.

Revista La Pluma NaranjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora