Consultorio de Elisa: Carta de Leo (María)

1.3K 65 30
                                    

¡Especial de Elisa! – Consultorio sentimental para personajes

Carta de Leo (María, por @Mary_Ere)

*Alerta: Spoilers. Si no has leído esta historia y planeas hacerlo en un futuro, aquí puedes enterarte de cosas que no deseas saber todavía.*

Querida Elisa.

He escuchado mucho de ti, por algunos de mis amigos, y la verdad es que no tienes la mejor reputación como consultora, pero estoy tan desesperado que recurrir a ti parece no ser tan mala opción.

Perdón si sueno grosero, pero el amor me tiene tan mal que no puedo pensar con claridad cuando de ella se trata. Quiero una respuesta, no importa de donde venga. Me conformaré con lo que sea, en serio que sí. Cualquier cosa es mejor que nada, de eso estoy convencido, así que, si puedes ayudarme solo un poco, me daré por bien servido. Te cuento.

Hay una chica que me gusta, su nombre es María y, contrario al significado de su nombre, de pura no tiene nada. No puedo culparla, ser parte de una familia de mafiosos tiene que tener algo así como resultado ¿no?

Pero, a pesar de ser parte de una familia de mafiosos, y de ser ex asesina a sueldo, ella no es una mala persona. Ahora trabaja para la inmobiliaria de su hermano, como decoradora de interiores. Lo sé, no tiene mucho sentido, pero, al parecer, cuando tienes mucho dinero, y un padre poderoso e influyente, puedes hacer lo que quieras sin cargar con las consecuencias de tus malos actos.

María y yo somos amigos desde que éramos pequeños. Mi padre es el mayordomo de su casa; debido a eso crecimos juntos, como hermanos. Eso es tan deprimente.

Ella es la hija del jefe de mi padre, y no pude evitar enamorarme de ella a pesar de que no debía aspirar a algo tan alto. Debido a eso pensé en guardar mi amor por ella en un rincón de mi corazón hasta la eternidad. Pero no fui capaz de callarlo. Cuando supe que estaba enamorada de alguien común fui feliz y desdichado al mismo tiempo. Al parecer ella podía enamorarse de quien quisiera, sin importar su posición social, y me dolió no poder haber sido quien ganar su corazón.

Sin embargo su amor era imposible, por eso, intentando protegerla del dolor, declaré mi amor para hacerla feliz. Aunque eso fue después de que mi padre interviniera. La verdad es que soy demasiado cobarde como para actuar así sin un gran impulso, como defender a la mujer que amo de todo el mundo, incluso de las duras palabras de mi padre.

María y yo nos hicimos novios pero, un día, mientras celebrábamos su cumpleaños en mi pueblo natal, ella enloqueció. Comenzó a quejarse, gritar y llorar por algo que no me quiso decir. Pensé que debía darle tiempo para acomodar sus pensamientos y sentimientos y, en los dos segundos que aparté la vista, ella se alejó de mí. Incluso se fue de la ciudad por cinco años, sin contactarme ni una sola vez.

Recién volvió, y me trata como si no pasara nada; como si no supiera que la amé y la amo aún, como si nunca hubiésemos sido más que amigos, como si no me hubiera amado en realidad. Y me molesta. Me enoja que solo hable conmigo de todo, incluso del ex amor de su vida, que ahora es su prometido y del que se quiere vengar por haberla enamorado fingiéndose una persona diferente.

Y la verdad es que, quizá queriendo pasar más tiempo a su lado, acepté idiotamente participar de la venganza que proponía. Pero no me gusta. No me gusta esta nueva María que hace cosas al parecer para divertirse. Yo no creo que sea adecuado lastimar a la persona que amas solo porque te lastimó. Si tú amas, deberías saber perdonar.

Algunas veces he pensado que tal vez María no me amó porque no sabe amar. A pesar de que ama a Mateo/Santiago o como quiera que se llame ahora o en el futuro, al parecer las identidades diferentes, como el engañar y mentir, es otro pasatiempo de los niños ricos. Ya sé, estoy haciendo excusas idiotas, pero necesito justificar el hecho de que, después de todo lo que pasamos, ella pueda estar a mi lado sin volverse loca.

Querida Elisa... creo que no conozco a María, y entre más tiempo paso a su lado, más me duelen sus actitudes, porque sé que la están lastimando. Se hace daño ella misma y yo no puedo hacer nada para evitarlo. Después de que ella me sacara de su vida no puedo protegerla como me gustaría. Y, aunque no la conozco, y en parte odio cómo se comporta, tampoco puedo evitar amarla...

Me estoy volviendo loco. No sé qué hacer. ¿Tienes algún consejo para mí?

Se despide, un idiota amante de lo imposible aferrándose a lo que parece su única salvación, Leo.


Oh, Leíto, ¿puedo llamarte Leíto? 

Me conmueve muchísimo tu carta. En especial esa parte en las que dices que te aferras a mí, sí señor.

Y no te preocupes, puedes confiar en esta columna. Soy una profesional, como dice la placa brillante en la puerta de mi nuevo consultorio, en la galería comercial. Te paso mis horarios en la respuesta por email, puedes visitarme. Te haré un buen descuento, para futuras consultas o si recomiendas a algún amigo que esté igual de bien... digo, mal, que tú. Los chicos desesperados, aunque sean groseros, son mi especialidad.

Leyendo tu carta, me he llevado un buen susto. ¿Esta chica es de una familia de mafiosos y me lo estás contando así como así? Ahora tendré que publicar la respuesta sí o sí, necesitamos todos los testigos que hagan falta por si pasa algo. Si la chica era una asesina a sueldo, no puede haber cambiado en tan poco tiempo. El amor ciega a los hombres, es increíble, pero igual guardemos la esperanza de que no se fije en esta columna. Será buena conmigo, ¿verdad?

Con respecto a la forma en que te abandonó, suena como si la pobre se hubiera sentado sobre un hormiguero. ¿No la habrás llevado a un picnic en el campo? Las hormigas rojas pueden picar muy feo. Cinco años pueden ser suficientes para que pase la inflamación. Aunque no explica su indiferencia al volver y su plan de intentar casarse con el de los nombres múltiples.

¿Ese Mateo/Santiago no será otro asesino como ella? ¿Habrá suficientes hormigas rojas para hacer que se mude de continente él también? Podrías intentar llevártelo de picnic. Tiras algo de azúcar, lo sientas en el suelo y esperas.

Me da mucha pena que sigas queriéndola, un amor no correspondido es difícil. Más debe ser si la chica es hija de la mafia y tiene habilidades letales. Yo que tú, pensaría en una segunda opción. Es eso, o el hormiguero gigante para tu competencia.

¿Y si pruebas sugiriéndole mi idea como tuya? Como dijo el gran filósofo, la venganza nunca es buena, aunque tampoco la vas a dejar con eso pendiente. Podría obsesionarse. Y las hormigas no van a matarlo. Según qué hormigas usen, claro.

Ahora, si la tal María no termina de darte una respuesta, yo puedo ayudarte de otras formas. Dijiste que te conformabas con lo que fuera, que cualquier cosa era mejor que nada. Te paso mi teléfono personal en el email también, por si quieres dejar de sufrir. Es para una amiga, yo ya tengo novio, claro.

Y a la policía, por las dudas, le va un número gratuito de esta entrega de la revista.

Tengo veneno para hormigas en mi escritorio, no van a atraparme con eso. 

Te saluda con cariño y muchos testigos, 

Elisa.

Revista La Pluma NaranjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora