Máquina de masajes...

3.9K 163 17
                                    

Dic 13.

Hello there!

Mis padres me informaron ayer que darán una fiesta para mis 18 años mañana. Cumplí hace un mes pero insisten en que sería bueno para que conociera más personas. Me negué pues ya había tenido mi fiesta en casa pero insistieron.

Invitaron a mi vecina Julieth a quien no conozco así que no sé cómo es; y Leah me pidió que le pasara las direcciones de mis amigos para enviarles las invitaciones, a lo que respondí:

–Claro, si quieres te las doy pero te gastarás un dineral en correo. Mis amigos viven del otro lado del Atlántico –recordé que una vez dije algo similar cuándo me preguntaron dónde vivían mis novios ¡Jajajaja!

No respondió nada pero me pidió que invitara a alguien, pues hasta el momento sólo estaba mi desconocida vecina, mis primas de Manchester y Yo. ¡Sería una fiesta muy animada!

Esta mañana al darme cuenta que mi fiesta sería un fracaso decidí ir a la cancha de tenis a desahogarme con unas cuantas bolas, y quien sabe, tal vez podría conocer a una o varias vecinas de mi edad para que vinieran un rato a mí 'Fantástica' fiesta.

Me bañé y me duché rápidamente, usé ropa deportiva, una falda blanca, tenis y una camiseta azul claro. Me hice una cola de caballo; tomé mi raqueta y varias pelotas y salí. Pensarán que soy una loca por salir a jugar tenis en pleno invierno, pero la cancha es cubierta, así que no hay lío, el lugar tiene calefacción.

Pensé que allí encontraría a alguien jugando. No fue así. Entonces calenté un poco y jugué con la maquina lanza pelotas. Dejé docenas, me alejé y empecé a responderlas. Se me hizo sencillo, además estaba sacando toda la furia que tenía por el traslado y por mis padres, agregándole lo de la fiesta.

Cuando se terminaron las pelotas me senté en las gradas a descansar, me sentía mucho mejor, pero quería otra ronda más. Alisté la máquina y subí un poquito la velocidad. Inicié muy bien hasta que se me salió de control y las pelotas empezaron a pegarme, esquivé algunas pero no todas. Y como ya se podrán imaginar, en los momentos y de las formas más embarazosas preciso aparece uno de los chicos de One Direction.

Esto se me está haciendo costumbre, seguro ahora entablaban conversaciones sobre la vecina-torpe-Directioner que conocieron de las maneras más incómodas. ¡Gracias mundo!

Se preguntarán quien fue: pues a la cancha entró Louis. Sí, Tommo Tomlinson. Primero se sorprendió, luego caminó hasta las gradas, me miró por unos segundos, se acercó a la máquina y luego la apagó. La última pelota que salió la golpeé con fuerza y le dio en sus partes nobles.... Sí, podrán imaginarse mi vergüenza, ¡fue lo más embarazoso de toda mi vida! Cubrí mi boca con mi mano y corrí hacía el otro lado de la cancha junto a Louis, quien se estaba retorciendo en el suelo.

Me agaché y le toqué el hombro. –¿Estás Bien? –¡Si justamente hice la pregunta más estúpida que se me ocurrió!

–¡Ouch! Dame un momento –dijo mostrándome su dedo índice. Me separé de él, estaba extra apenada. Como dije antes ¡Vaya que soy excelente son esto de las primeras impresiones!

–Lo siento, de verdad lo siento –dije apenada, cuando Louis se sentó y dobló sus piernas guardando su cabeza entre las rodillas.

–Tranquila, estoy bien. Me quedaré sin hijos pero estoy bien.

–Lo siento Louis, en serio lo siento...

–No te preocupes, entiendo que me odies por detener tu máquina de masajes, ¡se notaba que lo estabas disfrutando! –dijo sarcastico levantándose y sonriendo.

–No es gracioso... Simplemente perdí el control.

–Pero lo retomaste justo a tiempo para darme en mis partes nobles –se rio tomando mi raqueta y dando un Swing.

–Lo siento, no fue mi intención, en serio. Jamás pensaría en herirte a ti o a los chicos –dije bajando la mirada.

–Tranquila linda – se acercó a mí y me tomó de la barbilla obligándome a mirarlo a sus lindos ojos azules–. Tranquila, sólo soy dramático. ¿Cómo te llamas?

–Melody –dije bajito, estaba muy concentrada en sus ojos.

–¡Hey! Tú eres nuestra vecina, la Directioner, ¿no es así? –Asentí sonrojándome. –Claro Harry habló de tí el otro día, y Niall igual.

–¡Vaya, ya soy famosa en el barrio! –sonreí

–¡Si! Creo que eres más famosa que nosotros –dijo a modo de burla.

–Me conocerán más, haré una fiesta mañana... –sólo quería sacar el tema, para probar si los chicos irían a una fiesta mía.

–¿Podemos ir?

–¿Podemos? ... –pensé que sólo iría él.

–Los chicos y yo, ya sabes, el Chico malo, el Irlandes, Rulitos, Payne y yo...

–¿Todos? Sí, claro... Pero te advierto que mi fiesta será súper aburrida, no conozco a nadie aquí –dije un poco triste la última parte.

–No te preocupes... Harry me contó que su piscina es genial, la usaremos y pasaremos un buen rato.

–Dios, debo estar soñando... Esto no le pasa a las personas como yo –dije sorprendida.

–Pues –se acercó a mi oído– te está pasando –sonreí.

–Gracias por esto... Nos vemos mañana –dije mirando la hora, debía salir con Leah a comprar algo de ropa.

–No te quedas, jugamos futbol ¿Sí? No eres muy buena con las manos, ya veremos con los pies –sacó su balón de una bolsa.

–¿Estás retándome? –crucé mis brazos sobre mi pecho y dibujé una mini sonrisa.

–Tal vez... Hagamos esto: si logras anotar un gol puedes irte, pero si no te quedas un rato más haciéndome compañía. ¿Qué dices? –no paraba los pies ni un segundo haciendo trucos con el balón.

–De acuerdo –debía anotar pues debía irme, sino tuviera compromisos sin duda lo fallaría, es decir, quedarme con Louis Tomlinson jugando futbol ¡OBVIAMENTE!

Nos fuimos a la cancha de futbol que estaba al lado de la de tenis, acomodé el balón. Louis estaba preparado en la cancha. Antes jugaba en las calles con mis amigos y amigas, pero eso fue hace varios años. Esperaba no haber olvidado. En efecto no olvidé, el balón le pegó abajo al palo izquierdo y entró.

–¡Jajajaja, Lo hice! ¿Viste eso?

–Sí, eres buena Mel..

–¿Cómo me llamaste?

–Mel, ¿te molesta?

– No para nada, puedes decirme como quieras. Bueno gané así que puedo irme –sonreí victoriosa.

–Sí adelante, déjame aquí sólo y abandonado –dijo dramático.

–¡Jajajaja! me quedaría pero tengo un compromiso, si quieres jugamos mañana en mi casa; a mi hermano le instalaron una mini cancha.

Aceptó, se acercó y me abrazó. Sinceramente me gustó es abrazo. –Bye! –dije mientras salía del complejo.

Llegué a casa rápidamente, me duché y estuve lista justo a tiempo. Leah me llevó a un centro comercial del cual no recuerdo el nombre. Compramos ropa para el invierno, algunos vestidos, zapatos elegantes y accesorios. No pude evitar que se notara mi manía al pasar por una tienda de sombreros, entré y compré 6: 2 de lana, uno negro y otro blanco, 1 rojo de cuero, 2 como los que usan las personas que bailan tango de color gris y café,  y 1 idéntico al de Zayn. 

Llegamos a casa hace un buen rato, almorcé en la cocina y casualmente me di cuenta que en la lista de compras decía que faltaba azúcar, sonreí. Mañana vendrán los chicos, a una fiesta en mi casa... ¡Oh por Dios! ¡Realmente está pasando, One Direction viene a mi casa!

¡Diario de una Directioner! [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora