¡Diario de una Directioner! [Terminada]

Preparándome para 'La verdad'.

Dic 30.

Hola!

El 28 Liam llegó cuando estaba desayunando, cerca de 15 minutos después...

- Hola -me dio un beso en la mejilla mientras pasaba. - ¿Estás lista?

- Sí, me cepillo los dientes y tomo mi bolso -me dirigí a las escaleras -ya vuelvo.

Subí corriendo. Entré a mi baño, cepillé mis dientes, me miré por última vez en el espejo, salí, tomé mi bolso, lo cruce en mi cuerpo y bajé.

- ¡Lista! -Liam aún estaba de pie en el living. Me sonrió, lo tomé de gancho y salimos de mi casa. Cortésmente abrió mi puerta, entré al coche, Liam entró un segundo después. Era una camioneta negra muy elegante para ser más exacta, me hacía sentir protegida.

Partimos hacía el mall más cercano. La radio sonaba, ambos reíamos y cantábamos. Al llegar al parqueadero en el sótano del lugar, Liam tomó unas gafas de sol y se las puso.

- Por si acaso -dijo regalándome una sonrisa.

Nos encaminámos a el ascensor, llegamos al segundo piso; Yo paseaba la mirada por las vitrinas mientras llevaba a Liam del brazo.

- Entremos aquí. -pasamos a una linda boutique.

Repasé el lugar con mis ojos, me solté de Liam y fui a los vestidos. En mis manos tomé tres, uno blanco, otro café y otro morado oscuro.

- ¡Liam! -grité, para que se separara de su celular- A los vestiarios -le señalé con mi mano el lugar.

Se puso en marcha hacía el lugar igual que yo.

- Espérame, necesito tu opinión. -dije justo antes de entrar al vestíer.

Primero me puse el vestido morado oscuro, tenía las mangas largas de encaje y atrás en la espalda trenzada, dejandola un poco al descubierto. Me daba hasta la mitad del muslo. Salí para obtener la opinión de Liam.

- ¿Qué te parece?

- No sé, tal vez en los 80's te hubiera quedado mejor -se reía, no pude evitarlo y me reí con él. Hice unos pasos de disco y desaparecí nuevamente tras la puerta.

Seguía el blanco, era holgado y hasta más abajo de rodilla.

- ¿Y este?

- Ahora eres Hippie supongo...

- Claro heeermano, solo paz y amor -dije graciosa siguiéndole el juego. Ambos nos carcajeamos. Entré nuevamente al vestíer sin parar de reírme.

El último era un vestido café claro con piedras preciosas de color agua marina, Me encantaba como se veía. Era ajustado al cuerpo y quedaba por encima de mis rodillas, era de tiras gruesas con un escote no tan pronunciado.

- ¿Qué te parece?

- Me gusta -sonreía. Mis mejillas tomaron un color carmesí.

- A mi también. -entré nuevamente al vestidor, me quité el vestido y ambos nos encaminamos a la caja.

- Nos llevamos este Srta. -dijo Liam educadamente.

- ¿En efectivo o con tarjeta?

- Con tarjeta -saqué de mi billetera el rectángulo de plástico y lo puse en las manos de la Srta.

Cuando ya habíamos salido del lugar recordé que no tenía zapatos para ese vestido. Miré unas cuantas vitrinas y guié a Liam hacía una.

- Necesito zapatos. -le expliqué.