¡Diario de una Directioner! [Terminada]

Angustiosos y felices días.

Bien… Continuaré.

–Los doctores le indujeron un coma… –me dijo Louis.

–¿¡Qué!? ¿Por qué? ¿Qué pasó?

–Mel, cálmate… –Niall me abrazó, y me sostuvo es sus brazos hasta que me serené.

–Estábamos jugando… son pistolas de nerf. Estábamos siendo estúpidos –susurró el rubio, separándonos un poco.

–…de la nada, Liam tuvo un dolor fuerte en el abdomen –agregó Louis.

–Pensamos que estaba bromeando –continuó Zayn.

–Pero en realidad sus riñones estaban haciéndolo torcer del dolor –concluyó Harry.

¡Sus riñones!

–Llamamos a Paul, y él nos trajo hasta el hospital. Ingresamos por emergencias y lo tienen allí desde entonces –Niall estuvo llorando, lo notaba en sus mejillas rosa y sus ojos hinchados. Y cómo no estarlo, Liam es su mejor amigo, su hermano.

–El doctor dice que aún no saben que tiene, que sus riñones están “comportándose mal”. Realmente no sabemos nada –Harry caminaba de un lado para otro, sin saber cómo acomodar su cabello.

–Chicos… lo siento. Yo debía estar aquí… –empecé a llorar de nuevo.

–Mel, no es tu culpa. Liam va a estar bien –Louis tomó mis manos en las suyas y me miró con esperanza.

–¿Los familiares de Liam Payne? –en el acto todos nos paramos frente al doctor, quien estaba con expresión impasible.

–¿Qué tiene?

–¿Podemos verlo?

–¿Estará bien?

Inundamos de preguntas al doctor sin dejarlo hablar por dos largos minutos. Las personas en la sala de espera nos miraban aturdidos por el ruido de nuestra evidente preocupación.

–Por favor… ya. ¡Basta! –subió la voz para que le dejáramos hablar–. Gracias. Liam está teniendo problemas en su riñón… no sabemos qué pueda pasar, pero lo más probable es que necesite un donante. Está delicado, bastante.

Alguien hurtó mi corazón y empezó a desgarrarlo tira por tira, hasta dejar sólo el vacío.

–¿Puedo verlo?

–Está en coma inducido, pero sólo puede pasar una persona.

Busqué en los chicos su permiso, y cuando lo tuve seguí al doctor.

En la habitación, me encontré con un Liam pálido y rodeado de máquinas beeps, y tubos. Estaba en una bata acostado, y frío. El doctor me dejó a solas con él, y así pude decirle lo siguiente.

–Lo, lo siento… Liam… yo. Todo esto fue mi culpa, yo debía estar aquí –tomé su mano–. Quiero que sepas que todo estará bien, ¿sí? –en serio confiaba en que me estaba escuchando, en algún lugar de su profundo sueño–. Todo va a estar bien… Liam… lamento haber tenido que esperar hasta este momento para decirlo, pero… yo Te amo. Esa es la única cosa que tengo clara en mi mente.

Besé su mano, y abracé su costado. Estuve un rato acariciando sus dedos de artista, deseando escuchar su voz de nuevo. Cuando pierdes a una persona es cuando más la quieres.

Estuve por un par de horas allí adentro, hasta que Niall fue por mí.

–Melody, vamos… necesitas descansar.

–No tengo donde ir… mi equipaje debe estar en el aeropuerto. Quiero quedarme. Él me necesita Niall –rogué.

–Vamos afuera; Paul quiere hablarnos –me dio su brazo y me apoyé en él para llegar hasta el pasillo.