Parte sin título 28

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28 - El departamento.

Había pasado ya el tiempo necesario. Al fin ese día darían de alta a Dylan, sin embargo aún existía un problema.

Santiago no aceptó seguir con las terapias que el menor necesitaba, creía que aquel psicólogo solo quería joderlo al hacer que los amigos de Dylan tuvieran posibilidad de volver a verlo. Ricardo no insistió más.

El médico que atendía al azabache en el hospital seguía insistiendo que era necesario, pero no se pudo hacer nada.

Dylan iba en retroceso, ahora casi no hablaba, ignoraba todo a su alrededor, apenas comía y no parecía importarle absolutamente nada, lo cual era desesperante para Santiago, verlo así no resultaba nada cómodo.

Enrique decidió buscar a otro especialista, pero cuando les explicaba la situación y la historia de Dylan, todos decían lo mismo, que para su recuperación necesitaban mantener al paciente en un entorno con seres queridos y cercanos. Santiago se negaba totalmente a aceptarlo.

Por seguridad de Dylan, no le habían permitido ver a Cristel aún. Santiago no deseaba atosigarlo con la niña cuando aún no se recuperaba.

Dos enfermeras se encargaban de vestir a Dylan con ropa que Santiago había llevado. El chico estaba demasiado tranquilo y eso ya comenzaba a ser preocupante.

Cuando ellas terminaron, salieron a dar aviso, el medico entró junto con Santiago.

-Buenos días. -saludó con una sonrisa el doctor, lo cual Dylan ignoraba por completo. - ¿Cómo te sientes? Al fin te daremos de alta, ¿no estás contento?

El menor solo se encogió de hombros e intentó pararse, a lo que Santiago reaccionó evitándole moverse y mirándolo serio.

-No puedes pararte solo.

Como era de esperarse, Dylan lo ignoró, pero al menos se quedó quieto.

-Señor Binder, realmente sigo pensando que el chico necesita atención de un especialista.

-Y yo dije que no será con un imbécil que quiera decirme que hacer.

-Bien, no seguiré insistiendo. -suspiró el doctor y miró a Dylan con cierta lastima. - Espero que te recuperes cuanto antes, si sigues las indicaciones que te he dado, mejorarás de inmediato.

Al ver que el menor no respondía, decidieron dejar las cosas así. Los adultos salieron y al poco rato Santiago volvió con una silla de ruedas.

Hasta entonces, Dylan pareció menos indiferente. Volteó a ver a Santiago con enfado, lo cual sorprendió al mayor.

-No voy a usar eso. -murmuró secamente y bajó las piernas de la camilla dispuesto a levantarse.

-Dylan, no es una pregunta, estás débil.

- ¡NO! ¡Dije que no voy a sentarme ahí! -exclamó y bajó de la camilla.

Ante su propio asombro, Santiago se apresuró cuando le vio tambalearse. Apenas lo alcanzó a detener y mientras Dylan forcejeaba, lo arrastró hacia la silla, no le importaba que quisiera ese mocoso, no iba a permitir que se hiciera daño.

Lo sentó a la fuerza y sostuvo sus hombros evitando que siguiera moviéndose.

-Dije que no era una pregunta. Más te vale que te quedes ahí. -advirtió Santiago con un semblante en extremo serio, pero el menor no pareció amedrentarse, sino que ahora lucía más enfurruñado.

- ¿Qué me vas a hacer? Golpéame de nuevo, anda. Te ahorrarías el viaje de vuelta a este lugar. -lo retó empujándole las manos para liberarse.

dyonisusWhere stories live. Discover now