Parte sin título 21

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21 - Enfrentamiento.

Esa noche, cuando Santiago entró a la habitación y encontró a Dylan durmiendo con la niña sobre su cuerpo, no supo qué fue lo que pasó. Algo dio un vuelco en su interior y no tenía idea de que era eso que sentía.

Jamás se sintió tan miserable y a la vez tan conmovido. De hecho, nunca nada lo había llegado a conmover. Trató de ignorar sus sensaciones lo más posible, ese mocoso solo era un objeto que podía tomar cuanto quisiera, y esa chiquilla próximamente estaría fuera de su vida si no era suya.

Fue a la cama sintiéndose presionado por aquella emoción extraña y desconocida. No iba a dejar que eso ganara, si tenía que matar a aquel muchachito, lo haría, con tal de no sentirse de esa manera. Pero de solo de pensarlo, su mente reprochó de manera inmediata. Así que decidió dormirse, ya no quería saber más de nada.

Todo terminaba por el momento.

Amaneció, Dylan despertó solo en la habitación y decidió ducharse antes de que Santiago apareciera y le jodiera la mañana, además, aprovechó para bañar a la pequeña que había despertado de muy buen humor.

-al menos tú eres feliz. -le decía Dylan sonriéndole forzadamente.

Él no se sentía bien, le dolía el cuerpo entero por lo del día anterior. Pero sinceramente le agradaba ver que ella sonreía y reía para él como si quisiera alegrarlo un poco.

Finalmente decidió bañarla primero a ella, tenía tiempo para hacerlo antes de tener que ir al colegio. La sola idea lo ponía nervioso, por muchas razones, pero sobre todo, por la niña. Trató de no pensar en ello por el momento.

Tardó poco, la criatura era tan buena y se dejaba hacer hasta que terminó de bañarla y salió para ponerle un pañal limpio.

Dylan pensó un momento, pensando que no debía dejarla sola, pero no sabía cómo hacerle, así que tomó el montón de cojines y almohadas, incluso de los sillones, hasta hacer un corral con paredes esponjosas sobre la cama, así la bebé no se saldría. Por suerte la pequeña parecía tener más sueño.

Enseguida el chico corrió al baño, sabiendo que pronto la niña tendría que comer. Se duchó rapidísimo, tratando de olvidar su dolor corporal, ahora tenía prioridad aquella pequeña.

Salió del baño ya vestido, con ropa que pertenecía a Santiago, por más que odiara eso, no tenía nada más que ponerse. Y justo cuando llegó a la habitación, se detuvo en seco viendo al castaño de pie junto a la cama, mirando fijamente a la nenita que dormitaba entre su corral improvisado.

-Dylan, vámonos. Si se te hace tarde no es mi culpa. -dijo de pronto el mayor, volteando a verle intensamente.

-Ya estoy listo. -murmuró Dylan con nerviosismo. -solo quiero ir por un biberón para ella, necesita comer.

-Me da igual. -interrumpió Santiago. -has lo que tengas que hacer, quiero que estés en el auto en veinte minutos, si tardas más, atente a las consecuencias.

-S-sí.

-Y llévate lo que necesites, esos útiles son para ti. -le informó señalando ligeramente la mesilla donde los había mandado dejar.

El menor le miró con cierto agradecimiento, pero no dijo nada.

-Ah, una cosa más. Lleva a la niña, tengo que hacer algo con respecto a ella. -ordenó antes de salir de ahí.

Dylan se relajó al verse solo y aprovechó que la niña estaba cómoda, fue casi corriendo a la cocina, se sentía observado, pues algunas personas ya comenzaban sus labores diarias, pero no podía cohibirse por eso, la pequeña le esperaba para comer.

dyonisusWhere stories live. Discover now