I am not a Lady [MAMP#2]

24. La perfecta Hello Kitty

VERONICA

—¡Por favor, cálmense! —grita Jean con una fuerza increíble. Para ser más baja que yo y verse más dulce, tenía un carácter considerable para causar terror—. ¡Baja esas dos condenadas ratas, Will! —corre hacia Max para usarlo como su escudo humano, a pesar de que este estaba perdiendo la compostura por el terror que esos animales le llegaban a provocar.

—Ellos nunca cambian —miro a Charlie y ella me sonríe—, y esta vez han tenido una nueva víctima.

Fue como si no me hubiera oído. Estaba tan distraída que no podía concentrarse en una sola cosa, eso me percaté al instante después del día de la fiesta. Actuaba demasiado rara, me causaba algo de temor dejarla sola y Liam no había comprendido mis insinuaciones de que algo no andaba bien, tampoco se sentía correcto. No sabía qué, pero se me estaba escapando algo entre los dedos.

—¿Sucede algo? —veo hacia su bolsillo, en donde su teléfono comenzó a sonar.

Mira la pantalla y lo bloquea para volverlo a poner donde estaba.

—Claro que no —la sonrisa fingida de su rostro me decía una cosa muy diferente—. Estás delirando, Vero. Me encuentro bien, sólo que algo cansada.

—He notado que has estado con una bufanda desde ayer —el color rosa espantoso de la tela era difícil de evitarlo, menos cuando rodeaba el cuello de mi amiga—. ¿Mucho frío?

—Creo que sí. ¿No lo sientes?

—A decir verdad, no.

—Cambiando de tema —de la nada, vuelve a tener su antigua energía—, ¿has hablado con tu amigo para decirle que iré por lo del favor que te he pedido?

—Mmm... sí —dije, muy dudosa. Esto olía muy mal.

—Excelente, será mejor que despertemos a los demás para que hagamos el desayuno. Max y yo tenemos cita con la productora para unas fotos esta tarde, así que volveremos para la cena que espero preparen.

Camina hacia las camas que hicimos en la sala y patea con fuerza.

—¡Arriba, flojos!

Feliz es el primero en levantarse de golpe, Drew con dificultad abría los ojos y Liam estaba en el quinto sueño al parecer. Esta vez, mi amiga toma el florero de la esquina y saca las flores con mucho cuidado de no dañarlas, puesto que eran bellísimas. Fue buena idea traerle algo así, decoraba todo el lugar y ella se sentía más feliz. Toma aquella cosa de vidrio con el agua que olía muy mal y lo tira sobre el rostro de los dos hermanos, es decir, mis primos. No creo que haya sido el frío lo que hizo que pegaran un grito, sino el pésimo olor.

—Es hora de levantarse, bellas mariposas —Charlie camina hacia ellos y tiende el jarrón a Drew, quien lo toma de inmediato—. Pero tomen una ducha antes, huelen terrible.

—Agradezco que estés con mi hermano. —al oír decir eso a Drew, casi me desmayo.

—Yo también. —concluye ella y manda a los dos hacia la regadera.

—Me encargo del café —Will va corriendo a la cocina, seguido de Jean y Felix.

—Mi mejor amiga es medio ruda a veces. —Max sonríe cuando la ve ir por los individuales de la mesa.

—Eso creo.

Pasamos toda la mañana hablando de los planes que se llevarían a cabo gracias a que Derek O'dowell había vuelto. No tuvimos mucho que decir, pero debíamos esperar la confirmación de nuestros superiores para poder movernos a algún lugar. Esa idea detuvo a Charlie de inmediato, puso un sinfín de excusas para negarse a irse de Paris, de su vida, de todo lo que había construido. Podía entender. Ya para la tarde, tal y como Charlie me había informado, ella y Max tendrían una sesión de fotos por el centro, así que Drew les haría compañía mientras que los demás debíamos estar tranquilos pasando el tiempo en el departamento. Para ese momento, ya habíamos logrado traer las pertenencias de Will, mis primos y mía para poder estar más a gusto. No es que juzgara el estilo de Jean, pero su ropa me quedaba muy pequeña y la de Charlie también, así que no podía andar muy bien. Pasaron las horas y el reloj me advertía que era hora de hacer la cena o Charlie se molestaría mucho, con suerte tuve el apoyo de todos en la cocina.