I am not a Lady [MAMP#2]

11. No quiero esto

CHARLIE

Caminamos bajo los sonidos de los automóviles y de las personas que salían de varios locales. Siento como pone algo sobre mis hombros y noto que es su saco. Liam me sonríe unos segundos. Muchas veces su presencia me era de gran ayuda para poder olvidar mis problemas, pero eso era él: un problema. Ya no sabía qué pensar, mis nervios estaban de punta por lo ocurrido y la verdad es que no tenía las respuestas que necesitaba. Un hombre me había atacado, con suerte no ocurrió nada, casi logran llevarme... pero sabía que este tipo de cosas, a parte de no ser normales, podían ser realizadas por un propósito que aún no conocía.

—Estará todo bien. —no se acerca mucho, pero Jamie estaba con nosotros... acompañándonos.

—Quisiera saber cómo es que se conocen.

Ambos se miran unos segundos.

—Una larga historia, pero creo que de todas formas quieres oírlo. Tampoco sé por dónde empezar —mira a Jamie—, me imagino que tú sí.

El rubio asiente lentamente mientras se voltea a verme.

—Trabajo. Mis padres conocieron a Liam poco tiempo después de que visité España y nos presentaron por algunos motivos que no quisieron revelarme —mira discretamente a su amigo—, ha sido un excelente amigo.

—Ya sé. —ambos ríen y prefería retirar la mirada para hacerme la loca.

—Tú también pareces ser una muy buena persona y espero poder ser tu amigo —me mira hasta que me sonríe de lado—, Charlie... es un placer conocerte. Aunque no fuera de la mejor manera.

—Es un placer. —tomo su mano para cerrar ese pacto de amistad que habíamos formado, después de todo él me había ayudado—. Es verdad, debemos vernos de otra forma.

—Pero cuando lo requieras ayudaré. Los amigos de Liam son míos también.

—Gracias. —hago un ademán con la mano y trato de concentrarme en los hechos.

—Los veo luego. —se despide de Liam y de mí para luego perderse entre uno de los callejones. No sabía qué iba a hacer y tampoco pretendía preguntar.

La lamo de Liam se alza y señala hacia adelante.

—Ven.

Me guía hacia un bello parque que yo visitaba los primeros días en los que estuve en este lugar, tratando de distraerme con las mariposas y convencerme que todas las nubes tenían cierto parecido a comida. Nos sentamos en los columpios y la ventisca de aire era tan fresca que pude tranquilizarme unos segundos.

—Dime que sí estás bien.

Mis pies levantan un poco de la tierra debajo de mí.

—Debo decir que sí, por el momento todo está en orden en mi cabeza.

—No te creo.

—Me ofendes. —suelto una pequeña risa nerviosa—. Pero creo que ya debo volver a casa. Fue un error salir de esa forma.

—Tienes toda la razón.

Pasaron largos minutos hasta que tuvimos que ponernos en marcha porque no podía estar tanto tiempo fuera. De seguro Max ya estaba a punto de sacarse el cerebro por mi ausencia, la verdad esperaba que no lo notara y hasta Jean debería estar tranquila si no quería desesperar a mi hermano y mi amigo.

Cuando estábamos cerca del departamento, me detengo por completo y miro a Liam.

Quería decirle algo, pero no me salían las palabras.