I am not a Lady [MAMP#2]

6. Este día es de Aria

Liam Henman (MAMP Saga) // Créditos: NEWHISTORIES

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CHARLIE

Joder, joder y más joder.

Vale me debo calmar un poco, ¿pero cómo? La vida me ha puesto de nuevo a una maldita sabandija en el camino hacia mi felicidad, ¿de qué sirve todo esto? ¿Causarme un traumatismo permanente? Esto era fatal, estaba por estallar y al parecer ciertas personas ya se habían dado cuenta, pero me apoyaban hasta el final. Max logró correr a Liam de mi departamento, ya que, sin ofender a mi querido Max, fue un estupendo perro de ataque. A pesar de todo lo que había sucedido, el topar el tema de Emma era la parte más desastrosa de toda la historia y dolorosa. El recordar a mi mejor amiga fue como un puñal siendo incrustado en mi corazón, peor aún fue saber que no pude ayudarle y cada vez que recordaba todo con detalle estaba llena de lágrimas. Después de todo no era tan fuerte. Tenía un sinfín de preguntas, primero no tenía idea de si Liam había venido solo o acompañado, de ser así era una persona que pudo dar conmigo directamente y eso me traía dudas. Después me preocuparía de eso, porque cada vez que pensaba en todo eso me ponía fatal y algo terrible sucedía.

Max lo describió: "El triángulo de Charlie".

¿Por qué dijo eso? Bueno, por honor a el triángulo de las Bermudas, ya que al estar ahí, en mi "triángulo", se presunta peligrosidad de la zona, aunque tanto hablando de aquel tema, créanme que me dan ganas de ir allí, a pesar de todo lo que dicen que sucede. Sería divertido en extremo. Jean y Max piensan lo mismo, suena arriesgado, ¿pero qué es una aventura más en esta vida? Posiblemente muera mucho antes y eso es justamente lo que necesitaba. Un descanso eterno.

—Creo que ya sé qué puede animarnos un poco. —comenta Jean cuando nos sentamos en mi comedor mientras esperábamos que la pizza llegara.

De seguro Amanda nos mataría cuando descubriera que estábamos rompiendo la línea de comida saludable. Pero para desgastar un mal sentimiento siempre es bueno comer una pizza.

—¿Recuerdan a Jenna?

—¿La chica que nunca para de hablar? —al parecer Max tenía pocas referencias de ella—. La recuerdo, está más adelantada que todos nosotros.

—Claro, ha estado más tiempo en la industria de la moda. —me siento en una de las sillas, cuando volteo hacia mi cocina noto que algo anda mal—. Max, ¿no has sacado la silla del lavabo?

—Oups.

Se levantó en un dos por tres para poder completar mi juego de sillas del comedor.

—De verdad siento esto también.

—Ya no importa —cubro mis ojos, porque no deseaba matarlo—, de todas formas hiciste un grandioso trabajo ahuyentando a Liam.

—De eso no habías hablado. —me sonríe—. ¿Qué ocurrió antes de que llegara? Me apresuré cuando los oí pelear.

—Nada en especial, creo que exploté.

Necesitaba creérmelo yo antes de querer convencer a otra persona, y Max era demasiado perceptivo cuando intentaba ocultar algo.

—¿Segura? —va a mi refrigerador y trae una bolsa de cubos de hielo que me ayuda a ubicar en mi herida—. Creo que sí hay que hacer que te revisen eso.

—Max, estoy bien. —sonreí, pero cuando puse la bolsa de hielos en mi cabeza pegué un grito asombrosamente fuerte por el dolor—. Creo que no estaría tan mal una revisión.