Capitulo 2

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EMILY

Ya vestida, fui hacia la puerta para salir con una cesta con cazuelillas de leche.

– Señorita Emily. ¿Adónde va? Va a ser la hora de cenar

– Voy a tomar el aire. Luego vuelvo - respondí saliendo

– No llegue muy tarde

Salí y me fui corriendo a la plaza para llegar pronto.

Llegué a la plaza justo y vi a Kyle sentado.

– Hola – saludé – ¿Llevas mucho tiempo?

– No. Vamos

Fuimos caminando

– Por cierto, estás muy guapa

– Ah, gracias – dije sonrojada.

Llegamos a su casa y llamamos.

Su padre (supongo que sería su padre) nos abrió.

– Hola hijo. Señorita Emily. Pasad.

– Por favor, llámenme solo Emily

Nos sentamos y llegó su madre con una gran cazuela.

– Bueno, siento no haber hecho una cena mejor. Solo teníamos pan. Así que he hecho sopa

– No importa. No he comido nunca esto – dije mirando el plato que me servían, con extrañeza

– Y dime Emily, ¿tu madre sabe que estás aquí? – preguntó el padre

– No, piensa que estoy dando una vuelta. Además, soy ya mayorcita

– Bueno, aprovecha la poca libertad que te queda. Cuando te cases, tendrás menos - dijo la madre

– ¿Por qué?

– Porque el hombre manda sobre nosotras

– ¿Usted no tiene libertad?

– En mi caso, más que algunas. Pero si a mi marido, no le parece bien que vaya a un sitio y me dice que no vaya, debo obedecerle. Pero es un buen marido

– Bueno, estoy segura de que David también lo será – dije positiva

– Yo no lo creo tanto – comentó Kyle

– ¿Por qué? – pregunté yo

– Porque los Cooper son muy estrictos. Estoy seguro que lo han educado de manera "cruel"

– No sé... Si qué es verdad que parecen estrictos... Pero a lo mejor no es para tanto

– En general suelo decir que Kyle exagera, pero estoy de acuerdo – dijo el padre – Son una familia odiosa, rica y muy estricta.

Yo bajé la vista.

– ¿Te gustan los pasteles, Emily? – preguntó la madre, cambiando de tema

– Sí, me encantan

La madre de Kyle se levantó sonriendo y trajo un pastel de fresas.

– Me acabo de acordar que traje algo – dije yo acordándome de repente – Esperad

Fui corriendo adonde la había dejado y volví con ella

– Os traje un regalo

Saqué de la cesta las cazuelillas con leche que había traído.

– ¡Vaya! – dijo el padre sorprendido – ¡Gracias, Emily! Eres muy amable

Yo sonreí y cogí el trozo de pastel que me ofrecían.

Bloody Wedding ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora