Dejala en paz.

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Íbamos saliendo de la casa ya que me habían terminado de convencer en salir esa noche, el que mas insistió fue Mat ya que llevábamos mucho sin vernos.

Fuimos al bar de siempre, donde conocí a Nicolas lastimosamente, estábamos riendo de alguna ocurrencia de Mat cuando mi sonrisa se desvaneció al ver en la puerta de aquel bar a él... Eduardo, pero no estaba solo, estaba ligando con una chica y vi como la besaba pero en cuanto me vio se alejo de ella e intento acercarse a nosotros.

Mat lo fulminó con la mirada y me abrazo por los hombros intentando se algún modo protegerme, en cuando Eduardo vio eso paro y sólo nos miro fijamente, yo sólo me límite a ignorarlo ¿estaba con otra? Imbécil.

–No se como pudiste ser novia de ese imbécil – dijo Matt ya cuando estábamos adentro, el jamas lo quiso siempre supo que terminaría sufriendo y miren, fue verdad.

–Yo tampoco – mentí.

–Si se te acerca le parto la cara – dijo y yo sólo sonreí, pero no fue una sonrisa sincera, no quería ver algo así.

–¿Podemos bailar? – Preguntó Nicolás tras de mi.

–Si juras que no me besas puede ser – dije cruzándome de brazos.

–No prometo nada – golpee su estomago – ok ok lo prometo – dijo levantando sus manos.

Yo acepte y camine con el, estaba sonando una canción que para bailar tocaba muy juntos y en ese momento me arrepentí de haber aceptado su invitación; empezamos a bailar con el ritmo de la música y sentía su sonrisa pero prefería no mirarlo, odiaba que tuviera esa absurda sonrisa tan perfecta.

Seguíamos bailando y cada vez había mas confianza, nos reíamos y bromeábamos hasta que sentí que alguien me tomaba de la cadera y me alejaba de el, apenas me di la vuelta vi a Eduardo.

–¿Podemos hablar? – preguntó.

–Ella no tiene nada que hablar contigo – Dijo Nicolás tras de mi.

–¿Perdón? – dijo Eduardo y vi que se tensionaba.

–No Nicolas dejalo, hablare con él no me demoro – dije sin estar segura de mis palabras, después de tanto iba a permitir que el me diera aunque fuera una explicación, hablar un poco.

Nicolas asintió y le hizo una mirada a Eduardo en forma de amenaza ¿ahora quien se creía? ¿mi guarda espaldas? En fin, luego hablaría de eso con el molesto.

–Vamos afuera – le dije a Eduardo y el me siguió – ¿Y bien? – dije ya estando afuera.

–Ema – dijo mirándome – feliz cumpleaños – dijo sacando algo de su bolsillo – Toma – me puso en las manos un frasco.

–No quiero nada tuyo, así que guárdalo – dije devolviéndoselo – ¿que quieres? – quise saber de una vez.

– Por favor recibelo – dijo con tristeza y yo lo recibí y lo guarde en mi bolso – Ema, perdón – dijo – Perdóname por ser tan imbécil, por haberte dejado ir, por meterme con la perra de Camila, perdóname incluso por lo que acabas de ver – sentí como sus ojos se cristalizaban y sentí ganas de abrazarlo – tu no merecías nada de eso, soy sólo un hijo de puta el peor de todos – agacho su mirada.

–Olvida eso de una vez, ya lo hiciste ya me heriste y todo esta hecho – dije seca – mejor sigue siendo tú, sigue acostándote con todas y ya, yo tengo mi vida y tu has la tuya – dije con un dolor en el corazón.

–No hables así por favor – dijo con voz ronca y me di cuenta que estaba a punto de llorar.

–No me digas que hacer Eduardo, creó que te has dado cuenta que ya no soy la misma, tu conociste a la Emily idiota, pero ella ya no esta ¿entiendes? – ya estaba alzando mas la voz y mire a un lado y note que estaba Nicolas observándonos, ese chico estaba loco.

–Emily yo te amo – dijo con voz baja.

–¿Tu novia sabe que me amas? – dije sonriendo ofensivamente.

–No es mi novia – dijo serio.

–Ah si, es tu amiga como todas – lo mire retante – deberías aprender a valorar a una mujer, no debes estar jugando con todas por ahí, no eres nadie algún día alguien te hará sufrir tanto y te juro que no es nada lindo – quise irme pero me tomo del brazo.

–Eso estoy haciendo, estoy sufriendo por tu amor – dijo tomándome con fuerza.

–Ya era hora, yo sufrí demasiado por tu culpa – Suspire – Ahora suéltame.

–No lo haré hasta que digas que ya no me amas – dijo sujetándome mas fuerte y llevándome hacia él.

–Suéltame que me estas lastimando – dije haciendo una mueca.

– Solo dilo.

– QUE ME SUELTES – grite y llame la atención se todos, incluso note que detrás de el llegaba su "amiga".

–Creo que ella ha dicho que la sueltes – Dijo Nicolas tras de mi.

–Tu no te metas – dijo Eduardo frunciendo el ceño.

–Suéltala te dije – dijo Nicolas y Eduardo me soltó pero no por obedecerlo si no para enfrentarlo.

–Imbécil – dijo Eduardo cara a cara con Nicolas y el no espero ni un segundo y su reacción fue darle un puño a Eduardo dejándolo en el suelo.

Déjala en pazdijo Nicolas gritándolo y yo lo sostenía.

– Nicolas para – dije.

– Tu no la valoraste y la dejaste ir, no sabes la gran persona que perdiste – dijo Nicolás y se notaba en su rostro que estaba demasiado enojado.

– Eso no es asunto tuyo, es algo entre nosotros dos – respondió Eduardo mientras su "amiga" lo levantaba.

– Entre nosotros no hay nada que hablar Eduardo, entiéndelo mas bien vete con ella y has lo que te gusta, a mi déjame en paz – dije llevándole a Nicolás.

– Emily solo responde – gritó.

– Ya no te amo – mentí – ahora vete – le di la espalda y entre con Nicolas.

Di la vuelta solo para ver su reacción y vi que su "amiga" le discutía y el la dejaba hablando sola, note que tenia en su rostro tristeza y se montaba en la moto arrancando muy rápido yo sólo entre y me senté algo desconcertada.

– Perdóname por meterme, pero de verdad lo merecía – dijo Nicolás.

– Ya no importa – dije imitando una sonrisa.

– Le mentiste – dijo.

– ¿Que?

– Aun lo amas – aseguró – y eso es triste, porque el no te merece mientras otros quisiéramos algo de ese amor – soltó y al parecer se arrepentía de haberlo dicho.

– ¿Perdón? – pregunte confundida.

– Nada, no dije nada, ahora vuelvo – dijo alejándose de mi y no hice nada, prefería no volver a escuchar eso y menos de Nicolás.

– ¿Todo esta bien? Nicolas me contó lo que pasó – dijo Matt acercándose a mi.

– Si, solo es que... – me interrumpió.

– Mejor no digas nada, no quiero saber o iré a matar a ese imbécil – sonrió – Emily, mírame – dijo tomando mis manos – Tu vales mucho, cualquier hombre quisiera tenerte.

– No inventes, nadie quiere a una acomplejada y nada femenina como yo – Sonreí

– A mi me gustas así – se levanto y me dejó sola.

¿Acaso me estaba volviendo loca? ¿o dos hombres me acababan de decir algo comprometedor y me habían dejado hablando sola? Definitivamente era la primer, estaba volviéndome loca.

¿Por que te fuiste Lorna? En este instante estarías burlándote de mi cara por lo que decía tu hermano o hasta el mismo imbécil de Nicolas.

Bueno, espero les guste esta un poco corto pero me gusto tal y como esta.

Prefiero Estar SolaWhere stories live. Discover now