Llegue a la mesa con la cara llena de ira, Lorna me miro y vio que Nicolas venía detrás mío.
- ¿Qué pasó chicos? - Preguntó ella.
- Nada, me voy - Dije tomando mi bolso y saliendo, ella no dijo nada, salí de ese lugar demasiado enojada ¿quién se creía ese imbécil para haberme besado?
-Espera - Escuche al imbécil decir tras de mi - Dije que esperes - Escuche de nuevo ya que no quería detenerme.
-¿Y ahora qué quieres? - Bufé.
-¿Nunca dejas de ser tan gruñona? - Vaciló.
-Pues no ¿Tu nunca dejas de ser tan imbécil? - Dije.
-Tampoco - Rió.
-Ay no puedo con alguien cómo tú, adiós - Quise irme pero me tomo por el brazo, este chico de verdad se estaba ganando que lo golpeara.
-¿Por qué eres así? No te vayas, solo fue un beso - Dijo algo serio.
-Un beso que no pedí, que no esperaba y que no me gusto; y soy así porque me gusta, no es algo que a ti te importe ¿verdad? No entiendo cual es tu maldito problema molestándome, deberías como moverte y dejarme ir ¿Acaso no entiendes que no me agradas en lo más mínimo? - Gruñí - ¿No tienes a otra que molestar?
-Ahora entiendo por qué la gente dice que nadie te quiere.. - Suspiro - Que estas solas - Agregó.
-¿Y a ti que te importa imbécil? Si estoy sola es porque me gusta, si nadie me quiere mejor ¿Para qué estar rodeada de gente que ni me importa? - Lo mire - Como tú, así que de una vez por todas déjame en paz, no te soporto.
-Okey, como quieras - Dijo desinteresado - Yo solo quería conocerte mejor.
-A mi no me interesa conocer a nadie - Dije y me fui, de verdad estaba teniendo tantas ganas de golpearlo que mejor me iba o terminaría matándolo, de verdad que era tan arrogante y estúpido, lo ''lindo'' que pudiera llegar a ser no le quitaba lo molesto.
Decidí caminar hasta mi casa, quería pensar. Antes compré una cajetilla de cigarrillos ya que la mía la había terminado, encendí una vez más mi único desahogo y empecé a caminar, disfrutaba la soledad; desde que mi madre me había dejado prefería estar sola y si no era así era con... Eduardo, pero el ya no valía, empezó a llover y disfrute más esa noche, ¿qué mejor que lluvia con cigarrillos? no aceleré mi paso solo seguí caminando de la misma forma que lo venía haciendo. Siempre he pensado que la soledad es necesaria en cada persona, a veces no se necesita de nadie si no de ella: De la soledad, y yo realmente la disfrutaba.
Llegue a mi casa y empecé a sentir ese peso en mi, siempre que llegaba recordaba a mi mamá ella era mi mejor compañía, la única que me entendía realmente.
Flashback
-Hija puedes venir un momento por favor - Dijo mi madre desde su habitación.
-Dime má ¿Qué pasó? - Dije sentándome en su cama.
-¿Sabes que te amo más que a nada, verdad? - Sonrió tiernamente.
-Y tu sabes que eres lo más importante en mi vida, te amo - Dije abrazándola.
-Hija, tienes que saber algo - Suspiró.
-Claro dime - Sonreí.
-No es fácil de entender y quiero que sepas que siempre estaré contigo mientras Dios nos permita estar juntas ¿Esta claro? - Dijo y noté una lágrima en sus ojos.
-Dime qué esta pasando - Dije sonando algo preocupada.
- Em, me detectaron cáncer en la sangre - Se derramó en llanto y yo no pude responder nadar e hice lo mismo.. -Pero no quiero que te pongas así linda, eres mi vida y no te dejaré, todo va a estar bien, lo prometo - Beso mi cabeza.
