Estoy cansada ¿entiendes?

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Me despierto temprano aun recordando lo que había pasado la noche anterior, me había sido difícil poder dormir al pensar tanto en lo ocurrido. Me paro recordando que en la sala descansaban Juan y Nicolás, salgo sin hacer mucho ruido escuchando los ronquidos de Nicolás.

-Cerdo -Pienso pasando por su lado.

Los observe por un corto tiempo con mucha paciencia, pero una buena idea llegó a mi cabeza.

-Agua -Dije en voz alta pero no me escucharon, me dirigí a la cocina sigilosamente y de la nevera saque una cubeta de agua que utilizaría para preparar una gelatina ese día, pero ahora tendría una función más interesante, camine hacia ellos evitando reír fuerte y despertarlos.

-¡A LEVANTARSE PRINCESITAS! -Digo derramando el agua en sus rostros y viendo la cara de espanto que pone que cada uno -Ni crean que se quedaran ahí todo el día ¡SE LEVANTAN YA! -Seguí gritando y los dos se levantaron a regañadientes.

-Ema, te amo pero si sigues gritando así juro que te mataré -Dice Juan -¿No te da pesar despertarnos?

-A ustedes no les dio pesar levantarme en la madrugada -Dije mirándolos fijo pero Nicolás aún después de estar mojado seguía acostado con un cojín en su cabeza -Te levantas tú también -Dije hacía Nicolás.

-Menos mal me mojaste, así no tendré que bañarme hoy -Dijo Nicolás subiendo su mirada y examinándome completamente, note que me miraba de arriba abajo y valoraba mi pijama.

-Cuidado se te caen los ojos, imbécil -Dije empujándolo y haciendo que cayera en el sofá.

-Igual estas fea -Dijo y Juan se cubrió la cara.

-Dejen de pelear y mejor pensemos en un desayuno, yo tengo hambre -Dijo Juan.

-Menos mal hablaste de eso, porque ustedes harán mi desayuno -Dije y ellos se miraron entre sí y se empezaron a reír en carcajadas -Y yo de ustedes no me reiría tanto, además a ti -Señalé a Nicolás -Aún no te he perdonado, así que quiero que hagan algo que valga la pena o la verán conmigo -Los mire seriamente y pararon de reír y se metieron en la cocina de un brinco.

-Lo hacemos porque queremos, más no por miedo -Dijo Nicolás y yo me reí.

Aproveché mientras ellos hacían el desayuno para arreglarme un poco, me puse un short negro y un buso de lana que era al cuerpo con unas zapatillas, al salir ya estaba servido el desayuno y ellos estaban esperándome.

-Siga su realeza -Dijo Nicolás haciendo un ademán.

-Gracias esclavo -Digo tocando su espalda y sentándome en la mesa siendo seguida por ellos, habían preparado sándwich con atún, reí al verlo pero no dije nada, empezamos a comer sin decir nada.

Sonó el timbre y me dirigí a la puerta, al abrirla no supe como reaccionar al ver a Eduardo, me abrazo y entrego una flor, yo lo mire extrañada.

-Hoy estaríamos cumpliendo 4 años, Ema -Dijo haciéndome estremecer -Felices 4 años -Dijo haciendo un gesto de desilusión.

-Gracias -Dije sin poder decir más.

-¿Me invitas a pasar? -Dijo y sin poder responderle, ya se encontraba adentro.

Noté como se quedaba mirando fijamente hacía el comedor donde se encontraban Juan y Nicolás.

Nicolás alzó su mirada y se dio cuenta de la nueva compañía que teníamos en ese momento y tensionó su mandíbula.

-¿Que hacen ellos aquí? -Dijo Eduardo apretando sus puños.

-Tú, qué haces aquí -Dijo Nicolás parándose del asiento.

Prefiero Estar SolaWhere stories live. Discover now