XXVII. He was a dreamer at heart.

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Los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor.

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XXVII. He was a dreamer at heart.

Pensar que hubo un tiempo en que estimó a Clint Barton, suena inverosímil incluso para él.

Nunca fueron grandes amigos, de hecho. Tampoco hubo un alto grado de confianza entre ellos para que a Tony le duela tanto evocar el recuerdo de un Clint distinto al de ahora. Pero le caía bien y era parte del grupo de amigos que tenían antes. Pasar el tiempo con Barton era agradable. Era el único que se reía de su humor negro, correspondiéndolo con bromas que solo les causaban risa a ellos dos. Dios, hasta solía dormir en su misma habitación cuando llegaban los fines de semana y ninguno del grupo quería volver a sus hogares. Barton y Bruce en un punto determinado de la noche irían a asaltar su refrigerador, mientras Tony y los demás mirarían alguna película o jugarían al Monopoly. Ese Clint, el de antes, volvería a la sala principal con la boca atestada en comida, y lo buscaría con la mirada; inmediatamente después se encogería de hombros y trataría de sonreírle, mientras que el de ahora solo quiere destruirlo. Tony lo sabe porque se lo ha dicho en un sinfín de ocasiones, y porque el sarcástico Barton de antes no lo miraría de la misma manera en que lo está haciendo el Clint de ahora.

Y verlo en estos instantes y reconocer lo que transmiten esos ojos, es más duro de lo que alguien podría imaginar.

Cada vez que tiene que verlo, oírlo, sentirlo cerca: es un reto. Cada vez que lo escucha reír tiene que olvidar que esta persona que lo ha herido de todas las formas posibles, nunca fue su amigo. Él ni siquiera lo llegó a estimar de verdad pese a los momentos que pasaron juntos. Porque, aunque Tony no sepa mucho de amistad y sea inmaduro emocionalmente, sabe que un verdadero amigo nunca lo esperaría al final de clase para estampar su puño por cualquier parte de su cuerpo por el simple placer de hacerlo. Una persona cuerda no llegaría hasta esos extremos. Una persona cercana y de confianza mucho menos. A Tony se le eriza la piel de solo recordar cada golpe, cada insulto y humillación. Le duele el corazón de tal manera que siente que va a explotar, al saber que, después de todo lo que ha sucedido; no puede borrar de los resquicios de su mente esas bromas y risas, ese juego de palabras que tenían entre sí, y los niños que eran.

Tal vez es por eso que ni siquiera puede negarle a Clint la entrada a su hogar.

Porque, quizás a sus diecisiete años, en lo más recóndito de su ser, sigue siendo ese niño que se niega a ceder al presente y crecer. Quizás no quiere soltar la época en la que fue más feliz, -dentro de lo que se puede en su tormentosa vida-, y no lo sabía hasta que todo se fue a la reverenda mierda. Sí, lamentablemente son muchas las razones, y Tony las conoce a todas a la perfección. Porque cada una de ellas son patéticas excusas que representan lo destrozado que Clint lo dejó por dentro y lo incapaz que fue él al no poder frenarlo. ¿Por qué tuvo que darle tanta importancia a este pedazo de mierda para que le causara tanto daño emocional? Gracias a él tiembla imperceptiblemente cuando alguien alza su mano cerca de su rostro, por él no puede evitar reaccionar de cierta manera ante los movimientos bruscos; por culpa de él es que se ha acostumbrado a esperar insultos y golpes por parte de todo el mundo.

Le otorgó un poder que hoy ya no le puede arrebatar de las manos y quiso creer lo contrario cuando el 2005 comenzó. Tony tuvo la ilusión de imaginar de que todo acabaría, pero se equivocó. Porque, aunque ahora intente no sentirse débil ante este efímero encuentro, y alejar de su cabeza la idea de regresar a aquel círculo vicioso del que había salido este año, no puede mientras Clint lo observa de esa manera. Él conoce esa mirada. Es la única que ha podido descifrar porque su mensaje es claro. Esos ojos lo han perseguido hasta en sueños, lo han encontrado en la oscuridad, y son incapaces de borrarse de su mente.

AU. ❝I'm not over you just yet❞ ✘ WinterIronWhere stories live. Discover now