IV. Forcing a smile and waving goodbye.

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Antes de empezar con todo, quería aclarar que yo no le haría bashing a ningún personaje por muy mal que me caiga. Así que, lo que ocurra dentro del fic será para la historia, no con malas intenciones de por medio ni con odio. Siempre desde la sátira y como uso de un recurso. Me excuso ahora por los capítulos futuros que tendrá el fic, para que no se malentienda. 

Y no, no odio a Steve, de hecho, me gusta el Capi. Por si las dudas. 

—★—


Las manos del rubio rodean su cuello, sus dedos ejerciendo presión en él. Su cuerpo, no sabe cómo, logra ser alzado por la cantidad desmedida de fuerza que Steve ejerce. Su espalda impacta dolorosamente contra los casilleros del pasillo. Tony sólo logra llevar sus manos hasta las muñecas de él. —No te soporto, Stark. No eres nada más que un niño egoísta, caprichoso, repugnante. — gruñe Steve contra su rostro, el aliento cálido golpéandolo. —Me das asco.

Una lanza se clava en su interior, oprimiendo junto con las manos de Steve, sus pulmones y el lugar dónde debería encontrarse su corazón. Es una sensación desagradable, que perfora cada recuerdo y memoria que se acercan a su cabeza. Es, en definitiva, dolor. Que lo deja sin aliento y sin respirar, raspando su garganta y su pecho dificultosamente. Asqueroso. Eso era para el mundo, para Steve, para todos.

Debería sentirse bien, orgulloso, divertido. El hecho de que el noble y perfecto Steve Rogers le apuntara con el dedo cómo hacían los demás, sólo comprobaba lo que creía de él. El que debajo de toda aquella amabilidad, no existía nada más y nada menos que otro monstruo.

Pero, ¿Por qué duele tanto?

—Bien — dice, con la voz grave, mirándolo a los ojos, con el desafío y el dolor impregnando sus ojos miel. Steve lo mira con las cejas fruncidas y el mismo dolor del castaño marcando su mirada azulada y su expresión, pero Tony no puede notarlo. —Agradezcamos que también me causes repulsión.

Steve cierra sus ojos, inspirando lentamente. El castaño espera que diga algo, algún insulto o palabras que intenten herirle. También espera un puñetazo. Pero las dolorosas palabras nunca llegan ni mucho menos el golpe. —Yo... lo siento. — pronuncia Steve soltando a Tony de inmediato como si le quemara su sólo contacto, y, de pronto asustado o arrepentido –Steve no sabe cómo interpretarlo-, sin siquiera dignarse a verle, retoma su camino por los pasillos y se pierde en la lejanía.

Tony cierra sus ojos, mientras su cuerpo impacta contra el suelo y los casilleros. Toma grandes bocanadas de aire cuando piensa que deja de respirar y la presión en su pecho se hace asfixiante. Se siente inútil, impotente, porque no puede evitar sentirse tan mal cuando no debería importarle en lo absoluto lo que opinara Steve sobre él. Y aunque lo intentara, Tony sabe que muy en el fondo, no puede.

Porque sí le importa. Y eso duele, lastima y lo hace odiarse.

Lleva sus manos hasta su boca, forzando a sus labios reprimir jadeos y quejidos cuando siente que estúpidas lágrimas resbalan por sus mejillas y la soledad de los pasillos parece hundirlo poco a poco.

Es en estos momentos cuando, aunque nunca logre admitirlo, desea que su madre y Howard lo quieran, haciéndolo sentir amado. Es en estos momentos cuando la máscara cae y lo deja expuesto, cuando desea no sentir el rechazo por parte del mundo, recordándole lo errado y lo mal que está ser Tony Stark. La gente siempre lo odiaría, de alguna u otra manera, porque eso es lo que las personas hacen cuando creen conocer a alguien y en verdad no saben una mierda de la vida del otro.

AU. ❝I'm not over you just yet❞ ✘ WinterIronWhere stories live. Discover now