Capítulo 16. Polis

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Se despertó sobresaltada, casi desorientada ¿Lo de ayer había sido un sueño o real? Solo tuvo que girarse para encontrarse con el rostro dormido de Lexa para saber que todo había sucedido. Cerró los ojos nuevamente. Era tan difícil de asimilar. Lexa, el amor de su vida, que había muerto hacía tres años, realmente no estaba muerta. Dormía ahora a su lado. Eran tantas las preguntas que se hacía, pero sobretodo un sentimiento de rencor empezó a nacer en ella ¿Qué había hecho en todos esos años? ¿Por qué no había vuelto con ella? Había sufrido tanto con su muerte que no podía pensar en otra cosa que en el daño que le había hecho. Luego se le cruzó por la mente lo que había sucedido aquella noche. Bellamy. Había hecho el amor con Lexa y había engañado al chico que le había salvado del abismo cuando la joven castaña desapareció. Necesitaba pensar en si contárselo o no, en qué hacer. Se levantó agobiada y se vistió con rapidez, miró a Lexa que continuaba durmiendo relajada, incluso parecía esbozar una sonrisa. Fue a lavarse la cara con el agua que caía de la cascada.

- Clarke.- escuchó su nombre a sus espaldas. La rubia se tensó y cogió aire.

- Tenemos que llegar a Polis.- dijo fríamente sin atreverse a mirar a Lexa. Hubo un tenso silencio de unos segundos, hasta que la terrestre volvió a hablar.

- Déjame que te explique.- pidió con inseguridad, aquella que solo mostraba ante la presencia de Clarke.

- No, ahora no.- respondió tajante Clarke.- Quiero llegar a Polis, mis amigos estarán preocupados.- cogió aire.- Vamos.- le apremió.

Lexa se levantó completamente desnuda y comenzó a vestirse, la rubia prefería no mirar su cuerpo. No quería sentir atracción por él y la única forma de evitarlo, era no mirando. Una vez lista, ambas salieron de la cueva, Clarke seguía a la ex-Comandante ya que era ella quien conocía el camino. No hablaron durante todo el trayecto, entre ellas se instaló un silencio incómodo. De vez en cuando, Lexa giraba la cabeza y sus miradas se cruzaban, pero Clarke se mantenía impertérrita. Seguro que en algún momento querría escuchar lo que le había pasado a Lexa, pero ahora solo sentía rabia por lo mucho que le había hecho sufrir durante todo aquel tiempo.

Todo había quedado destruido por las llamas, por eso cuando se encontraron a las puertas de Polis no encontraron ni murallas ni la torre del Comandante, estaba todo derruido. No quedaba ni una sola casa en pie. Clarke vio a Lexa como se derrumbaba al ver que ya no quedaba nada de su hogar, por un instante estuvo a punto de bajar hasta ella y consolarla, sin embargo, vio aparecer a Bellamy y a su madre al fondo y se lanzó a ellos. El chico también fue hasta ella y se fundieron en un desesperado abrazo. Enseguida llegó su madre y Kane, que estaban felices de volverla a ver. No sabían cómo había sobrevivido al infierno que se había desatado la tarde anterior y Clarke no tuvo más remedio que indicar que Lexa la había salvado, no sabía cómo. Entonces, toda la atención se centró en la castaña que seguía arrodillada observando el estado de Polis, parecía en shock. Kane se acercó para hablar con ella, intercambiaron unas rápidas palabras, donde ella explicó sin entrar en detalles lo que había sucedido en aquellos tres años. Y fue cuando Clarke supo lo sucedido. Todo ese tiempo había estado en el Reino de Hielo. Eso aumentó la rabia de Clarke ¿Por qué no volvió? ¿Por qué no intentó comunicarse con ella? ¿Por qué decidió aquello sin contar con su opinión? Hubiesen encontrado otra salida, siempre lo hacían, pero no, tuvo que decidir por ella misma, sacrificarse. Roan le había tendido una trampa y su ejército estaba listo para atacarles, era cierto, pero habrían encontrado alguna forma de evitarlo, o escapar de allí, lo que fuera. O hubiesen muerto juntas. Era preferible al calvario que vivió creyendo que estaba muerta.

Luego también aparecieron Indra, Octavia y Lincoln. Al parecer, Indra había ido hasta Polis al ver cómo la situación estaba llegando a un límite insostenible. Acababa de llegar cuando las bolas de fuego empezaron a caer desde el cielo, no dio tiempo a resguardarse y muchos de sus hombres murieron. El edificio central de Polis se derrumbó a los pocos minutos. Aden estaba dentro. No habían encontrado aún el cuerpo, pero no había dudas: estaba muerto. Solo se habían salvado los pocos que se resguardaron en las mazmorras y en los pasadizos subterráneos de Polis. Aden no pudo llegar hasta allí. Llevaban toda la noche recogiendo ruinas, atendiendo a heridos y sacando los cadáveres. Indra cuando vio a Lexa fue hasta ella y se arrodilló.

Un Mundo Nuevo [Clexa]Where stories live. Discover now