Parte 34

34.6K 1.7K 114
                                    

Dos días, habían pasado dos días. Normani y Austin se habían ido a Estados Unidos y Camila, como habían dicho, se quedó en Madrid, simplemente pensando en si iba a engañar y delatar o no a Lauren. No se veía capaz de hacerlo, no podía. Sí, había dicho que iba a confiar en ella y que la creía, pero no podía evitar también dudar cuando Normani le decía esas cosas y mucho más cuando se va de viaje a Estados Unidos sin decirle nada.

Su móvil sonó, interrumpiéndole los pensamientos.

-¿Sí? –Respondió a la llamada Camila.

-¿Por qué no viniste con ellos?

Camila guardó silencio, largamente, poniéndose nerviosa y reconociendo a la perfección esa voz. Nuevamente era ella, aunque prefirió preguntar antes de meter la pata:

-¿Lauren?

-La misma.

-Tragó saliva a duras penas- ¿Cómo conseguiste mi número?

-Tu amiga Normani es demasiado despistada y dejó el móvil en una terraza en la que estaban tomándose unos cafés –Explicó, escuchando como Camila asentía- ¿Por qué no viniste con ellos? –Volvió a preguntar.

-Creyeron que mi hombro no estaba preparado para la acción y que debía quedarme aquí a descansar... -Mintió.

-Se rió irónicamente- Vamos Mila, no me tomes por tonta. Tu hombro está perfectamente.

-Sí, es cierto, pero ellos no me dejaron ir, eso es todo. ¿Por qué te largaste así sin ni si quiera decirme adiós?–Preguntó ahora ella, tratando de cambiar de tema.

-No podía decírtelo, además pensaba que vendrías tú también y que iba poder verte.

-¿Y tú como sabías que nosotros íbamos a saber que viajabas a Estados Unidos?

-Sonrió y guardó un corto silencio- Tengo mis contactos.

-¿Para qué te fuiste a Estados Unidos?

-No puedo decírtelo, ya lo sabes. Será cosa tuya averiguarlo, para eso eres policía, ¿no? –Dijo en tono burlón, cosa que no le gustó a Camila.

-No juegues conmigo Lauren–Dijo seriamente y con la voz algo rota, realmente estaba muy confundida.

-No juego contigo Mila, por Dios... -Suspiró, volviendo a ponerse seria- La noche que pasamos juntas fue mágica, nunca había sentido lo que sentí al estar contigo y todas y cada una de las cosas que te dije son ciertas, te amo, créeme por favor –Camila guardó silencio, sin poder evitar que varias lágrimas salieran de sus ojos, pues que Lauren le dijera esas cosas sólo la hacían confundirse más- ¿Qué pasa? ¿Por qué otra vez estás tan desconfiada? –Preguntó la castaña, pero Camila no respondió- Tus amiguitos, ¿no? Volvieron a meterte mier*da de mi en la cabeza –Dijo con rabia, pero nuevamente sin obtener respuesta por parte de Camila- Dijiste que confiabas en mí, que me ibas a creer.

-Sí, lo dije, pero...


Camila no tuvo argumentos para acabar la frase, así que fue Lauren quien lo hizo:

-Pero confías más en ellos y en todo lo que te dicen de mí, ¿no? –Una vez más Camila se calló- Ya no sé qué hacer para que me creas... Voy a verte sin importarme que me puedan atrapar, te cuento lo de mis papás sabiendo que puedes usarlo en mi contra, confío en ti, te llamo y me pongo en riesgo sabiendo que puedes delatar mi número de teléfono para que lo pinchen.... ¿Enserio crees que una persona que no te quiere haría esas cosas? - Camila volvió a guardar silencio, ya llorando- Mira... ¿sabes qué? ­–Suspiró- No voy a molestarme más en llamarte y en intentar verte. Si tú, de verdad, quieres verme... ya tienes mi número de teléfono.... Confío en ti y sé que nunca serías capaz de mentirme o engañarme –Dijo, muy segura de eso, cosa que a Camila la hizo llorar aún más, pues aún no sabía si iba a tenderle la trampa o no- Te amo Mila...  -Esperó unos segundos para ver si Camila respondía, pero no lo hizo- Adiós... -Dicho esto la castaña colgó.

..................................................

Enemigas intimas CAMRENWhere stories live. Discover now