Capítulo 51

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Advertencia Capi Largoooo!!!!

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Scarlett acertó en quedarse inmóvil debajo de aquella mesa que adornaba las escaleras de la entrada de la mansión Van der Price. “Tonta ¿cómo se te ocurrió salir por la entrada?”. Presionaba los dientes y sus manos. Era claro que la verían todo era cuestión de segundos, así que solo le quedaba pensar en una buena excusa. Pero luego de haber descubierto, las cosas que descubrió, su miedo por Victoria era mayor.

            Elisa quien había entrado con una gran sonrisa, ahora se debatía entre pensar que hacer. No asimilaba que aquella pelirroja no fuera detectada por Victoria y sus gorilas. Nada se le pasaba por la cabeza y tenía que actuar ya.

            —¡Chace! ¡Chace! —comenzó a gritar y aprovechando que nadie la sujetaba arrancó a correr. Aunque antes tomó a Victoria del brazo y la tumbó al suelo.

            —¡Agárrenla! —gritó Victoria histérica.

            Scarlett se apresuró a salir de su escondite mientras Victoria seguía en el suelo y corrió por las escaleras a su derecha.

            Lo más sensato hubiera sido correr escaleras arriba para llegar pronto a la habitación de Chace, si eso era lo que quería. Pero como ahí se encontraba Scarlett, corrió velozmente hacia la cocina, para subir por las escaleras del servicio.

            Ser delgada y atlética le permitió correr más rápido que sus captores. Por donde iba no dejaba de gritar “¡Chace! ¡Chace!”.

           

Scarlett quien corría intentando buscar otra salida, frenó de improvisto cuando en una habitación de aquel pasillo, dos hombres se encontraban armados, vigilando. De nuevo dejó de respirar y con cautela se devolvió unos pasos atrás, lejos de la mira de aquellos hombres. Se sentía pérdida. Y es que delante a ella estaban esos dos guaruras y atrás las escaleras que solo la llevarían a la muy poblada entrada. Toda ella era un manojo de nervios y unas ganas inmensas de orinar le sobrevinieron. “¡Tenías que tomarte toda esa coca cola! Uyyy, eres un genio Scarlett”, pensaba irónica. 

—¡Elisa! ¡Elisa! —Comenzó a escuchar Scarlett —Malditos ¡déjenme salir!

Eran golpes tras golpe lo que Scarlett escuchaba, con miedo se asomó un poco para ver como los dos hombres estaban atentos a la puerta frente a ellos que no dejaba de dar tumbos. “Debe ser Chace”.

Chace quien se estaba quedando dormido, se levantó rápidamente cuando escuchó el primer grito de Elisa. Comenzó a batuquear la puerta y gritar que lo dejaran salir. Los gritos de Elisa cada vez eran más continuos, podía escuchar que jadeaba y los peores pensamientos rondaban por su cabeza. Desesperado se lanzó con todo su peso sobre aquella puerta de fuerte madera, rompiéndola a su paso. Sabía que afuera dos hombres se encontraban, pero eso no le importaba. Por suerte cayó junto con la puerta encima de uno de ellos, el otro lo apuntó con su gran arma y pensó que hasta ahí llegó su batalla “No puedes ser más inútil Chace Van der Price”. Pero el hombre apuntándolo comenzó a temblar y cayó al suelo desmayado.

Envenenado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora