Capítulo 37 parte 2

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—¡No hay anillo! —gritó Elisa entrando en pánico al teléfono.

Berreó cuanto pudo a su personal de confianza que para nada servía. Volvía a morderse las uñas e intentaba pensar. Ese estaba siendo un día muy ajetreado y ni siquiera podía dormir tranquila.

—¿Cómo que no está? —Chace pese a su dolor de cabeza había acudido al llamado de Elisa.

—Simplemente revisaron toda la habitación y está todo lo demás porque supuestamente clausuraron las habitaciones, pero no hay anillo.

—Elisa es un anillo que lleva…

—1 siglo en tu casa lo sé, lo sé —gritaba —. No es mi culpa, estaba a punto de morir cuando dejé la isla.

—Mi madre me va a matar —estaba a punto de hiperventilar.

—¡No le dirás nada! —gritaba.

—Me está pidiendo el anillo, sí tú y yo rompimos debo tener el maldito anillo —vociferó tan fuerte que los oídos de Elisa chillaron—. ¿Por qué tenías que tener el anillo siempre en tu dedo? Las personas normales los guardan, más cuando son tan costosos.

—No me eches la culpa —protestaba. Aunque era verdad, no tenía ningún motivo para cargar con esa cosa en su dedo día y noche “pero se sentía bien” pensó —. Encontraré el anillo. Buscaré en las cámaras de seguridad, ya verás que el ladrón aparecerá, de todas formas no puedes vender un anillo así sin ser descubierto.

—¿Y mientras? Hace rato mi madre llamó y lo único que decía es “mañana el anillo en mi despacho”

—Volveremos. Eso es no tendrás que devolver el anillo porque la boda no se ha cancelado.

—¿Seré el tonto que está tan enamorado que perdona una infidelidad?

—No. Inventaremos algo, solo debemos justificar de una forma creíble el comportamiento de Alex y el mío. Que por qué no dimos explicaciones antes, bueno es que nos vale lo que digan, por suerte el video de Victoria cachándome nunca fue guindado en la web. Mañana seremos los novios de siempre. Me llevarás al colegio y todos sabrán cuanto nos queremos. 

—¿Cuánto falta para el día? —restregando sus ojos con cansancio preguntaba.

—3 semanas.

—Podemos aguantar tres semanas. Pero el anillo debe aparecer.

—Lo sé —gruñó.

Chace cansado y pensativo se devolvió a su casa. Mientras que Elisa marcaba el celular de aquella chica que no conocía bien, pero que ahora podía ser su única salvadora.

Hace cuanto no había ido al colegio no lo sabía, le fue extraño usar aquel uniforme, era como si no lo hubiera usado en años. Chace con ojeras en sus ojos la llevó no sin antes quejarse de lo inútil que era todo eso. En la web odiaban a Elisa, la odiaban a muerte, nadie creía la declaración de Elisa que se encontraba en aquel blog que ahora todos leían.

—Si no fuera por tus guardaespaldas ya te habrían asesinado —decía Terry susurrando a su lado.

—Hi cuatro ojos —alegre y brusca lo saludaba —me había olvidado de ti, pero antes no usabas lentes.

—Alguien dijo que me hacen ver más sexy.

—Pues se equivocaron. Ahora donde están los otros, quiero explotar cosas, ahora más que nunca quiero explotar cosas.

—Estudiamos, la prueba final para graduarnos es el sábado ¿has estudiado verdad?

—Nah, eso no me importa. Haré tin Marín y pasaré.

Envenenado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora