Psychopath

18. Una voz.

Saura

Estaba corriendo, no podía detenerme, mí cuerpo rogaba que parara pero mí instinto de supervivencia me decía lo contrario.

"En unos segundos caeré", pensé, "en unos segundos el sueño se acabará y podre volver a la seguridad de mí casa".

"El único problema es que esto no es un sueño, querida".

Era cierto, el sueño dejo de ser sueño y se volvio una pesadilla viviente.

El cansansio hacía que aminorara mí rapidez.

El sonido de las cadenas se acercaba y depronto... sentí un dolor punzante en ambos tobillos, tenía las manos undidas en el suelo terroso y sin vida, sentía mis rodillas adoloridas y que de ellas salían diminutas gotas de sangre.

-Veo que nunca dejaras de huir de mí - Jake me dio la vuelta y pude ver porfin su rostro. El cabello negro le cubría una gran parte de la cara pero sus ojos, sus ojos de ese verde tan raro y especial resaltaban y se hacían notar dirigiéndome miradas frias y vacías.

Él no era mí Jake, no es el chico simpático y extraño que entraba por mi ventana y me preparaba el desayuno en las mañanas. Me negaba a creer que este era el Jake que conocía.

-Éste no eres tú, Jake, tú no necesitas matar a alguien para sentirte bien contigo mismo, tú eres mejor que esto.

Su semblante cambio, se volvió más suave y sus ojos dejaron de tener ese frio vacío y se hicieron más calidos, Jake volvió a ser el mismo... pero de repente algo paso.

-¿Qué esperas? ¡Matala! ¡Matala ya!

Esa voz me resultaba familiar.

-No puedo.

-¡ACABA CON ELLA!

Los gritos cesaron, pero la sensación de que la persona que los emitió aun estaba ahí no se iba.

Jake me miro a los ojos y tomó mis muñecas, sacó un cuchillo de su sudadera... pero en lugar de cortarme lanzo el cuchillo hacia el árbol que estaba frente a nosotros y quedo enterrado con una precisión perfecta, seguido de eso se escuchó un aullido de dolor y Jake me dijo en un susurro:

-Tenemos que irnos, ya.