17. Revelación.

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Saura

No podía dejar de correr.

Estaba apunto de llegar a casa cuando sentí como caía al vacío, trataba de gritar pero no podía, mis cuerdas vocales no respondian, el suelo cada vez estaba más cerca de mí... y derrepente... ¡PUM!

Estaba en la recamara de mi hermano, recostada encima de lo que parecía su ropa sucia. Me levanté del hediondo montón y vi que mi gemelo me veía con cara de preocupación. Le dirigí una mirada que ni yo misma sabía descifrar y me dispuse a salir, pero él me detuvo.

-¿Sabes como llegaste hasta aqui?- preguntó un poco alarmado.

Me limité a hacer un gesto de negación con la cabeza.

-Eran las 2 de la madrugada y entraste aquí y estabas parada en la puerta observandome, entraste al cuarto, intenté hablarte pero estabas como poseída, hablabas en un idioma que no comprendía... y cuando traté de hacerte sentar gritaste y corriste hacia el rincón, fui hacia ti pero no parabas de gritar y manotear, logré tirarte sobre la ropa y despues de que cayeras no te moviste, te quedaste dormida, no quise tocarte por miedo a que eso pasara denuevo. - por como lo decía tenía que ser cierto. La mirada perturbada en sus ojos me lo confirmaba.

-Yo no hice eso.

Sabía que en realidad si lo había hecho, solo que era un instinto mío llevarle la contraria a la gente.

-Saura... creo que deberías...

-¿Que debería qué? ¿Ir con un psicólogo? No, no quiero ir con alguien que me diga que estoy loca, que mejor debo ir con un psiquiatra o que diga que debo terminar encerrada en un manicomio.

Antes de que él pudiera responder salí de su habitación hecha una furia azotando la puerta detras de mí.

Una cosa era tener alucinaciones pero el ir hasta la recámara de mí hermano y que sucediera eso ya era demasiado.

Tenía que averiguar por qué me pasa...

Escuche el ruido de las cadenas arrastrándose y al voltearme lo vi, su típica sudadera manchada de sangre, el cabello negro azabache cunriendole casi toda la cara y esa sonrisa de psicópata iluminado su rostro.

-¿Vas a algún lado?

Se me calló el alma a los pies, no era un psicópata cualquiera, era Jake.

Antes de que pudiera reaccionar alzo la cadena y me golpeo con ella dejandome inconsciente.

PsychopathUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum