Capítulo 35

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Ambos nos quedamos en silencio. Mi rostro se quedó fijo en una posición y no sabía qué hacer, que decir. Él se limitaba a mirarme. Entonces saqué con brusquedad un billete de mi cartera y lo dejé con firmeza sobre la mesa. Me puse de pie y eché a andar hasta salir del café, ignorando los llamados de Niall.

Llevaba una cuadra de caminar cuando sentí los pasos de alguien a mi espalda.

-¡Detente, Connie! –Niall me gritaba y su voz se iba a acercado cada vez a mi, pero yo solo aceleraba el paso tratando de lidiar con lo que me había dicho. Entonces me alcanzó y me agarró del brazo para detenerme.

-¿Qué? –le dije con la voz rota.

-No me hagas esto –dijo – ya de por si fue difícil decírtelo.

-¿Qué no te haga esto? Tu eres el que me está haciendo algo – dije a punto de romperme a llorar.

-Sabes que no es mi intención…tu no entiendes lo difícil que fue elegir volver a allá –dijo suspirando, me miraba con tristeza y era la primera vez que lo veía así.

-¿Por qué sería difícil si ellos son más importantes…?

-No digas eso, por favor. En este momento tú sola eres igual de importante que toda esa gente junta.

-Igual tienen más peso que yo – indiqué.

Niall negó con la cabeza, se secó una lágrima que le caía por la mejilla y estiró el brazo para acercarme a él. Me aferró a su cuerpo con fuerza y lloró. Cuando se dio cuenta de que estábamos en medio en una vereda donde transitaba mucha gente, me tomó de la mano y nos fuimos a un parque más apartado. Allí nos quedamos abrazados hasta que comenzó a anochecer. Ambos lloramos, yo no quería hacerlo; siempre había encontrado estúpido ese tipo de cosas, pero en ese momento mis intentos por ser genial se habían ido a la mierda. No había nada peor que lo que estaba sintiendo ahí, junto a él. Y Niall estaba sintiendo lo mismo, porque no dejaba de maldecir y de sobarse los ojos, los cuales estaban hinchados. Ese día nos dijimos muchos te quiero, muchos. Y estuvimos abrazados por más tiempo que antes.

***

Eleanor se enteró al día siguiente, igual que otros compañeros. Al final terminamos organizando una despedida por él y la hicimos un par de días antes de que se fuera.

Esos últimos días que estuvo en Wolverhampton intentamos vernos lo más posible, con o sin Eleanor. Una vez también nos juntamos con Louis, Harry y Greg. Queríamos aprovecharlo hasta el último momento. Y entonces el día que no quería que llegara se hizo presente. Y fue el peor día en ese año.

Tardé una hora en decidir que ponerme; si iba a ser la última vez que lo vería en mucho tiempo, tenía que estar hermosa. Louis me llevó al aeropuerto, y a Eleanor de paso. Al llegar allí mi pulso se aceleró. Cuando lo vi a lo lejos junto a su madre y Greg, rodeado de sus compañeros del equipo de futbol del colegio…sentí una oleada de nerviosismo creciendo dentro de mí.

Quería correr y abrazarlo y no soltarlo nunca más, ¿Por qué el dejar atrás a alguien se sentía como una puñalada en el estomago? ¿Por qué en ese instante estaba sintiendo como si me estuvieran apretando el corazón con fuerza? Ni siquiera podía hablarlo con Eleanor, porque ella no tenía idea de nada. De pronto desee no habérselo ocultado por tanto tiempo, ¿ahora como podía decírselo?

Nos acercamos con rapidez hacia el conjunto de personas que hablaban con él. Al vernos sonrió tratando de ocultar su nerviosismo, pero cuando en un momento me miró solo a mí, podía notar la tensión en su rostro.

I never thought you'd be mine //n.h//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora