Capítulo 2

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Al día siguiente, en el colegio,  recibí una llamada que removió algo en mi interior. Estaba en clases de Religión y sonó mi celular. Todos quedaron mirándome y riéndose por el sonido de este. Miré la pantalla y como no reconocí el número, corté. Luego apagué el teléfono por si volvía a sonar.

En el recreo lo encendí de nuevo y vi que tenía cinco llamadas perdidas del mismo número que me había llamado hace un rato.

-Wo, esas son muchas llamadas perdidas de un desconocido – dijo mi mejor amiga, Eleanor, desde atrás mío.

-Ahmm, tal vez es de alguien que solo quiere molestar a otro alguien –le dije con seguridad.

-Eso o quizás tienes un admirador secreto – me molestó.

-¿Quién tiene un admirador secreto? – habló desde nuestras espaldas, Niall, un compañero nuevo que llegó de Irlanda. Se acercó más a nosotras para mirar la pantalla de mi celular.

-Nadie –dije guardando el teléfono en mi chaqueta, pero Eleanor fue más rápida que yo y me lo sacó del bolsillo.

-Lo siento pero no me puedo quedar con la duda – afirmó mientras presionaba algunas teclas para poder hacer la llamada.

-De seguro no es nadie, no sé por qué te preocupas tanto… - alcancé a decir cuando ella me hizo una seña para que guardara silencio.

-¿Hola? – Contestó - ¿Alo? – insistió; me acerqué a ella intentando escuchar la conversación. Niall nos miraba un poco más lejos sin moverse. – No, no soy Connie, pero ella está junto a mí. Se la paso en un segundo.

-¿Qué? ¿Quién es? – pregunté en voz baja. Eleanor se encogió de hombros y me entregó el teléfono. Lo tomé con cuidado llevándolo a mi oreja - ¿Aló?

La voz se demoró un poco en responder; me estaba comenzando a poner nerviosa.

-¿Connie? ¿Eres tú? – habló por fin. No podía creer lo que estaba escuchando – Soy… - él era - …Louis.

Me detuve un momento. Mi respiración se cortó y sentí que mi presión descendía bruscamente. Corté el teléfono sin pensarlo, como si mi inconsciente hubiera tomado el control de mi cuerpo. Mi corazón estaba latiendo con rapidez cuando de pronto sentí que el objeto comenzaba a vibrar en mi mano. Di un sobresalto y miré la pantalla con nerviosismo. Entonces presioné con brusquedad el botón para contestar y apegué nuevamente el aparato a mi oreja.

-¿Lo…Louis? –hablé tartamudeando.

-Me reconociste – dijo como soltando un suspiro.

Realmente no sabía que decirle. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos.

-¿Cómo estás? – preguntó al ver que yo no iba a decir nada.

-¿Eso es lo mejor que tienes para decirme? – dije sin pensarlo. No habíamos hablado desde hace años y quizás no existía en el mundo una frase lo suficientemente correcta para decirnos.

-Yo… -intentó hablar.

-No, perdóname…lo siento, lo siento mucho – lo interrumpí – Oh, Louis, maldición... ¿Qué está pasando? –no podía dejar de hablar.

-Tranquila, hermanita – me calmó – se que está no es la forma de volver a contactarme contigo…debería haberte buscado en vez de estarte llamando.

-Louis, no tienes idea de cómo te he extrañado – solté de la nada – y no tienes una mierda de idea de lo que está pasando por mi cabeza en estos momentos.

-No tienes idea de cuánto te extraño yo – dijo – ya había dejado pasar demasiado tiempo y necesitaba con urgencia saber de ti… -tragó un poco de saliva, sus palabras estaban saliendo a trompicones – por eso las llamadas desesperadas…

I never thought you'd be mine //n.h//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora