Capítulo 4

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-No –contestó de forma seca – no sé cómo pude aguantar todos estos años pero me impacienta no saber nada de él… -añadió – ¿No te dijo donde estaba?

-No…solo que estaba ocupado y que no podía hablar mucho.

-Todo esto es tan extraño – afirmó quitando la vista de la carretera por un segundo para poder mirarme.

-Opino lo mismo – le di la razón.

 ***

A penas llegué a mi casa y como es tradición de todos los viernes, busqué una película en Internet para poder ver. Mientras se cargaba me metí un rato a facebook por si tenía alguna notificación.

Tenía dos de Eleanor, un mensaje de mi prima y una solicitud de amistad. Algo en mí pedía que fuera de Liam, pero no; la solicitad tenía nombre y apellido: Zayn Jawaad Malik.

Dudé un poco en si aceptarlo o no, pero finalmente me decidí por el botón de “Confirmar”. A fin de cuentas él había sido educado conmigo y eso es algo que valoro mucho.

Me puse a ver “La casa en el lago” y para cuando terminó ya eran más de las 11 de la noche. Me volví a conectar a facebook para ver si estaba conectada Eleanor, ya que al día siguiente probablemente nos juntaríamos. Entonces me llegó un mensaje de Zayn.

Zayn: “Hola”

Lo quedé mirando por un rato hasta que logré que mis manos escribieran una respuesta.

Connie: “Hola, ¿Cómo estás?”

Zayn: “Bien y tú?”

Connie: “Bien, algo cansada”

Zayn: “¿Qué estás haciendo?”

Connie: “Ahora nada, pero acabo de ver una película…”

Zayn: “Oh, eso es genial”

Connie: “Si, lo es, estuvo bastante bien”

Zayn: “Ahmm… ¿oye?”

Connie: “¿Si?”

Mientras esperaba que él acabara de escribir, sentí el ruido de una sirena de bomberos pasar por el frente de mi casa.

-¡Connie! ¡Ven! Acompáñame a ver qué pasó – gritó mi mamá desde el piso de abajo.

-¡¿Qué sucede?! – contesté gritando.

-¡Parece que hay un incendio en la otra cuadra!

Asentí con la cabeza, consciente de que no podía verme, y me levanté de donde estaba para bajar la escalera.

Sucede que mamá estudió dos años enfermería antes de decidir que su verdadera vocación era enseñar. Entonces se cambió de carrera para ser profesora de biología. Aun así, siempre que ocurre un accidente, se siente llamada a ayudar en lo que pueda.

Tomé mi abrigo y salí a la calle con ella. Se había juntado mucha gente cerca de la casa y había algunos bomberos desenrollando la manguera de su carro. Mamá se acercó a una vecina de por ahí y se pusieron a hablar. Yo me situé junto a ellas para escuchar que decían.

-¿Sabes que ocurrió? – preguntó mi madre.

-Parece que los niños estaban solos – respondió la otra mujer – eran tres y los dos más grandes estaban jugando con la cocina a gas. Cuando comenzó el incendio, los mayores no sabían que hacer así que salieron de la casa y fueron a pedir ayuda…

-¿Qué pasó con el más pequeño?

-Pequeña, en realidad – corrigió nuestra vecina – tiene tres años y aun está adentro. No pueden sacarla porque se quedó en el segundo piso y las llamas ya alcanzaron la escalera. Al parecer los bomberos quieren entrar desde una de las ventanas de arriba para evitar el fuego.

I never thought you'd be mine //n.h//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora