CAPÍTULO XXII

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Llegando el final

Despierto cuando me llevan en camilla hacia algún lugar, no distingo bien las cosas, y me siento mareada.

Me acuerdo de Valentín, como me salvó, su rostro tan dulce, tan sereno al hablarme, no puedo evitar pensar en lo que le diré cuando lo vea.

Al rato, escucho voces, los olores son penetrantes y los sonidos, demasiado estridentes, una enfermera toma mi pulso, revisa mi vía y dice " estás demasiado deshidratada, no entiendo como llegaste a este punto".

"Cuando firmaste el alta médica se te aviso de los riesgos que correrías, tampoco esperaste un diagnóstico, todo ello es una verdadera irresponsabilidad."

Logro incorporarme y con un hilo de vos pregunto por Valentín, me responde que está igual, pero que un médico, pronto vendrá a hablar conmigo.

Se va.

Entonces me amargo cuando caigo en la cuenta de que mi esposo no había despertado y que lo que sucedió, fue muy similar a un simple sueño, donde podía comunicarme con él, pero eso no era viable para ninguno.

Me siento miserable, triste, desolada, pero sobre todo, vacía. Solo yo sabia lo que había ocurrido en las oficinas de Lucio, como había tramado todo y como me atacó.

Que habrá pasado con el? Estaría grave? O habrá optado por denunciar a Valentín, era una idea absurda, pero si ese psicópata seguía libre quien sabe que otras atrocidades podría planear.

Nada me haría cambiar de idea, Valentín me salvó, esa furia suya; me salvó, sentí su odio, su ira, todo, menos lo que yo sentía con él. Ese era el guerrero, mi salvador, jamás me hubiera abandonado.

Pero, no puedo negar que más allá del miedo y pavor que causó en Lucio, sabía que no me dañaría.

En esa tormenta de emociones, pude ver dos facetas de él, la oscuridad de su odio y la furia desatando su venganza, porque eso fue, una limpia venganza.

¿Qué habrá sucedido con Lucio? Lo último que recuerdo, es verlo tendido en el suelo inconsciente. Me preocupaba eso, pero no por Lucio, si no, por la vida de Valentín.

Estaba pensando así, cuando entró el médico, " cómo está mi marido?"

"Sra. su marido se encuentra estable, está muy cerca de su dormitorio, de alguna manera que no puedo explicar, comenzó a responder lentamente al tratamiento, en su corazón solo encontramos una pequeña arritmia, pero nada que un tratamiento no pueda curar.

Pero creo que tendría que preocuparse más por ud. en este momento, por su salud, digo".

"Pero qué es lo que tengo, no puede ser peor de lo que tiene mi marido, lleno de tubos y sin responder a nada".

Me mira perplejo y luego toma aire y dice, " no notó cambios en ud.? No le parecieron raros tantos mareos y desmayos? Ud. está embarazada de tres meses y quizás un poco más, tengo que realizarle más estudios para saber con precisión, pero tenga por seguro que cursa un buen embarazo, siempre y cuando se cuide, el estado con el cual ingresó al hospital era deplorable para una mujer embarazada.

Casi me caigo de la cama.

¿Embarazada? Cómo no me di cuenta? Todo fue un torbellino que ascendió muy lentamente, pero me consumió cuerpo y alma.

"Casi me olvido, afuera, hay unos policías que la quiren ver, es por lo confuso de todo, ya sabe, desde que ha estado aquí, solo don sorpresas. Los hago pasar?" Su vos me sacó de mis cavilaciones.

"Por supuesto, que pasen".

Transcurrieron unos minutos y al cabo de los cuales creí que había entendido mal.

Luego, entran, un hombre y una mujer, se presentan y luego comienzan a preguntarme si conocía a Lucio, de donde, que tipo de relación teníamos y sobre todo, si mi marido tenía algún tipo de relación con él.

A todo contesté con la más pura verdad, pero no comenté nada de lo que había escuchado de labios de Lucio.

La oficial solo anotaba,, nada decía, pero, llegado el momento en el cual tuve que contar los motivos que me llevaron a ver a Lucio, fue ella quién hacía las preguntas.

Solo dije que debía retirar papeles de mi trabajo porque, en mi casa podría trabajar mejor debido a mi embarazo.

Entonces, preguntó porqué entré por la fuerza a las oficinas, ya que la secretaria, así lo manifestó, no voy a decir que estaba tranquila, pero trate de parecerlo, solo dije que lo hice sin pensar, en un brote colérico debido a que tuve un mal día y me negaba a esperar para volver a mi casa.

No parecía muy convencida, pero la dejó pasar, luego guardó su libreta y me dijo muy seria, " en que momento su esposo ingresa a las oficinas?"

Decir que quedé muda es poco, de dónde han sacado que Valentín estuvo allí?

"Oficial, mi esposo se halla internado aquí mismo, muy grave por cierto, no creo que haya forma alguna de que haya estado en las oficinas, y menos en dos lugares al mismo tiempo, pregunte al doctor Mancini, es así"

La cara de ambos era la confusión personificada, por dentro sentí mucha satisfacción, era mi as bajo la manga, de donde habrían sacado ese disparate.

" El asunto es el siguiente, sra., el señor Lucio Cavallari, manifestó que pudo ver como su esposo ingresó al recinto y lo golpeó salvajemente, lo malo de todo esto es que el sr. Cavallari se halla en estado de shock en estos momentos y solo balbucea incoherencias, cuando fue interrogado la primera ves, dijo que él habría atropellado a su esposo con intenciones de matarlo, pero que no lo , consiguió.

No sabíamos que su esposo seguía mal, disculpe, nadie nos avisó".

Se despidieron, diciendo que Lucio se había inculpado del ataque, pero hasta que no reaccionara, no podrían avanzar, que me traerían más noticias.

De raro para abajo, todo.

Quería ver a mi esposo lo antes posible, tenía la esperanza de que algo se hubiera modificado.

Por favor comenten, espero que la historia, hasta aquí, les haya sido grata, voten y nos vemos.

Cuando te vuelva a ver#wattys2015Where stories live. Discover now