CAPÍTULO XIX

171 6 1
                                    

Calmándose

Trato de visualizar a Paula, dónde estaba? Comienzo a sentir que de mi cuerpo algo me atrae, irresistiblemente, me dejo llevar, y todo se vuelve azul, profundo como sumergirse en el mar, paz, paz.

Una mano roza mi frente, me habla dulcemente con esa vos tan ronca.

"Te extrañé, que buen viaje hiciste, espero que te haya servido, fue muy intenso".

La miro y las lágrimas comienzan a brotar de mi rostro sin control, de manera inexplicable, como si fuera una niña. Me reconforta volver, siento que estoy a salvo, y necesito que me contenga.

La abrazo con tanta fuerza que creo, la voy a partir. "Fuiste mi hermana, y hasta estos tiempos, me seguís cuidando, fue hermoso, me alegra mucho que estemos juntas de nuevo".

Paula Sol, sonríe con cariño, me pide que cuente todo lo vivido. Pero en ese mismo instante entra a la habitación, Doriana, parecía que estuve una eternidad sin verla, y la sentía más cercana que nunca.

Su presencia también era fuerte, fraternal, como la de una madre.

Mis sentidos se expandieron mucho más que antes, podía saber lo que éstas mujeres sentían, porque podía ver sus auras. Era increíble, como todo tenía un color más intenso....

"Pasó ya un día de tu meditación, Paula me llamó preocupada, por eso vine, es increíble el nivel que has alcanzado, querida, cuéntalo todo".

Pasé a relatarles lo vívido de todo, quienes fuimos y como me encontré con Valentín, lo que Lucio dijo y lo espantoso que fue escuchar que todo partía de una venganza de un psicópata.

Pero la peor parte fue ver a mi esposo, desencajado como un animal, perdido en su propia ira, y por último, como me abandonó luego de ese extraño episodio con Lucio.

Doriana tenía un rostro desencajado, y Paula sacudía la cabeza de un lado a otro." Nunca tuvo que pasar eso, es muy peligroso para alguien sin experiencia como Valentín, seguro que tu energía lo atrajo antes de que fuera muy tarde, pero, él debía volver a su cuerpo, no seguirte".

"La conciencia que tiene en estos momentos es muy inestable, y sin tu capacidad de regresar y manejar la situación, es muy peligroso en su condición médica.

"No sé qué hacer, chicas, quiero verlo, saber como está, dónde está, su cuerpo está aquí, pero no su espíritu, y toda esa ira acumulada, dónde encuentro a mi amor?"

Me trato de calmar y les pido que me ayuden a ir a su habitación, ambas asienten y nos dirigimos hacia allí.

Entro y veo a mi esposo con su aura muy débil pero a la vez pesada, una sensación muy negativa, le tomo la mano y le susurro al oido: " mi amor estoy acá, regresa conmigo, este es nuestro tiempo y sin vos, la vida son solo minutos que no dejan de atormentarme".

Lo beso en los labios, pero no obtengo respuesta.

Como por arte de magia, aparece un médico, "por favor señora, respetemos los horarios y las necesidades del paciente, necesita por el momento tranquilidad y no a tres personas que lo alteren"

Tenía razón, aunque su tono no me simpatizo para nada. Me fui sintiendo que las oportunidades se terminaban para nosotros, mi alma se estremecía.

Llegué a mi habitación y decidí, volver a mi casa y tratar de aclarar mis ideas, pedí que me dieran el alta médica, pero el doctor quería retenerme por lo menos unas horas mas, imposible.

Pedí firmar mi alta médica haciendome responsable de mí salud y me retiré. Doriana y Paula, me acompañaron, pero tomé un taxi y me despedí lo mejor que pude, tratando de convencerlas de que estaba bien.

Llegué a mi casa y por más que lr diera vueltas al asunto solo quería hacerle frente a ese criminal que saboteó mi vida. Pensamientos muy oscuros pasaron por mi mente, quería que sufriera por todo el daño que causó, y mientras así pensaba, mis atrapasueños, que colgaban de mi ventana, comenzaron a sonar, sin viento alguno.

Una brisa suave, un arrullo, el aire me acaricia, que tristeza siento, que amargura, quiero llorar, solo llorar.

Un perfume conocido llego hasta mí, cierro los ojos y puedo sentir a mi esposo, mi amor, mi amigo, esa sensación familiar me rodeo y por un instante tocó mi alma.

Luego, así como vino se fue.....

Decidí ponerle fin a su dolor, su ira, su sufrimiento, tenía que hablar con Lucio y enfrentarlo con la verdad. Debía proteger a Valentín de ese desalmado, capaz de cualquier atrocidades para conseguir sus propósitos.

Salgo de mi casa decidida, tomo un taxi

Cuando te vuelva a ver#wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora