CAPÍTULO XII

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El amor sin tiempo

Llamé a Paula, le pedí que viniera al hospital, le expliqué que debía quedarme en observación, y parecía preocupada, quedamos en que vendría lo antes posible.

Celina se había marchado bastante disgustada, no creía en casi nada de lo que hablábamos con Doriana.

Pero le pedí que confiara en mí, no haría nada que perjudicara a mi querido Valentín.

Paula llegó pasada las seis, por suerte Doriana aún me estaba acompañando, y debatimos un buen rato.

Doriana sostenia que, existía la posibilidad de que mi esposo estuviera pasando por la misma experiencia de regresión que yo. Solo que, al tener el accidente, su estado era muy crítico, ya que su cuerpo necesitaba reponerse, y su alma estaría pidiendo lo mismo, y sus energías eran pocas.

Paula también lo creía, pero veía peligrosa mi idea de que me guiara hacia una vida en específica, yo pretendía que fuera mi guía, que me llevara por fin a ese punto donde estaba la respuesta.

Pero ella seguía manteniendo que yo estaba muy débil, y podría arruinar la experiencia. O peor aún, corría el riesgo de sufrir el mismo problema de Valentín y no poder manejar conscientemente las cosas, lo cual no sería de ayuda para nadie.

Por su parte, Doriana le recordó esa habilidad mía para visualizar. Era un riesgo, pero valía la pena correrlo.

Y después de mucho pensar, Paula aceptó. Preparamos la habitación del hospital con las luces tenues, una vela perfumada, y comenzamos el viaje, y con suerte, todo saldría a pedir de boca.

Cerré mis ojos y esa voz ronca me acunó, llevo mi mente por un túnel donde la luz se atenuaba, luego se volvía de un tono naranja poco a poco, vi, a mi lado una mano de mujer que sujetaba la mía, y su voz me decía que caminara confiada, tranquila, esa, era mi hermana. No tenía dudas el sentimiento fraternal estaba allí.

Lo confirmé porque al verla estábamos a la orilla de un arroyo y su rostro era el mismo que el agua me devolvía.

"Estamos unidas, siempre vas a contar conmigo, sabes que el amor no tiene límites, no? .

Es poderoso, eterno y fluye como el agua de este arroyo, nuestra madre nos llamó Sol y Luna, y fue por una razón, seremos eternas en nuestro amor, entiendes Luna?".

Asiento con la cabeza y la abrazo como si fuera una despedida, " te amo Sol, te juro por nuestras almas que nunca te dejaré". "Lo sé, asi debe ser, no tengo dudas acerca de ello."

Una ráfaga de viento me eriza la piel, cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir, estoy sentada en una cocina junto al fogón leyendo un libro, afuera llueve, tengo la ropa un poco sucia y desaliñada, entra una mujer robusta y con mala cara, me dice que acomode mi cabello porque alguien vino a adoptar una niña y tal ves tenga suerte. No estoy tan segura, desde que tengo noción vivo en este lugar, crecí y cada ves que alguien venía para adoptar un niño, por algún motivo, yo, parecía invisible.

Lloré mucho al darme cuenta, trataba de competir con los demás, pero siempre fallaba. O querían un niño, o alguien mas pequeño, o lo que fuera. Con el tiempo me si cuenta de que nadie querría a una niña crecida, asi que fui perdiendo poco a poco las esperanzas, y el hecho de arreglarme para una visita de adopción, era solo una formalidad.

Obedezco, al cabo de unos momentos entra una dama, elegante, fina, que me mira con dulzura, la mujer obesa pronuncia mi nombre, "ella es Valeria, tiene quince años y nunca fue adoptada, pero si no le gustan tan grandes puedo traerle dos de las niñas pequeñas que aún quedan".

Es horrible la forma como nos ofrece, parecería que somos mascotas y no seres humanos.

Esa mujer amablemente se presenta, " hola, soy Doris, Valeria eres muy bella, ¿Te gustaría conocer mi casa y a mi esposo?

Creo que podríamos formar una familia. Eso solo si tú así lo quisieras".

La mujer obesa insiste en traer un bebe, que son más dóciles, que no tienen su carácter formado, pero a todo Doris solo dice, NO amablemente.

Es increíble, la veo y sé que a partir de ese momento comienza mi felicidad, tendré una familia y podré sentir ese amor que tanta falta le hace a mi espíritu.

Creo que podría curar mis heridas, rehacer mi vida, tener esperanzas, ser feliz, ser feliz ...

Cuando te vuelva a ver#wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora