Reminiscencias poetas

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En la letanía del camino y su eterna soledad,
vivo angustias que exasperan, y hasta la misma muerte frena;
más vagando en las orillas, en la oscura inmensidad
se deshacen mis palabras entre pájaros de arena.


De la fuente de la vida, brota el agua que me llena:
dame alas, vida mía, que sin ti soy una hiena;
que vaga por el mundo, que vaga sin camino
sin horizonte en alto, sin calma y sostenido.


Se oscurece la tarde, y entre las sombras veo un río
que desemboca en la mar, que trae rocío consigo:
y una lágrima en las nubes deja su esquirla conmigo,
el cristal de las mareas, antes tuyo y ahora mío.


Si no tengo ni quiero, más palabras que darte en vida,
y la eterna soledad sonora se convierte en mi bandera
en pos de la verdad, y del amor en mí refrena
hasta el último suspiro clavados, nuestros ojos hoy se miran.

En clave de poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora