II LA DULCE POESÍA

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La nieve blanca caía

tu corazón daba tumbos

no parecía nada realista,

hasta que caíste, me derrumbo.

Tu cuerpo estaba en la nieve

esa capa blanquecina.

Yo lloraba por tu ausencia

de dejarme a la deriva.

Te ha llevado un pirata

y yo soy un bucanero,

y como buen marinero

ando a buscarte a ti.

Quiero saber donde te llevan

para derrotar al malvado

que logró separarnos

y que ahora te quiere.

Pero ahora me doy cuenta

que la nieve ha cesado.

Entonces lo sé todo

tu amor por mí se ha acabado.

Entonces suena del cielo

una voz rechinar decía:

“OH, sí, te quiero. ¿Me quieres como el primer día?

“Te quiero más que a mi vida”, respondí con cortesía.

La nieve volvía a la vida

tu cuerpo se levantaba de la nieve fría.

¡Que tu alma ha regresado!

¡Milagro! El cielo me ha colmado

de dicha y alegría.

¡Quédate conmigo, no te vayas nunca!

Me quedaré contigo hasta el final de la poesía.

Entonces que no acabe, sigamos juntos esta rima.

Pero me tengo que ir a visitar tierra perdida.

Entonces aquí acaba,

mi dulce princesita.

Este es el final

de nuestra amada poesía.

En clave de poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora