El alba y la oscuridad

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Hoy me despertó la luz del alba

y entre susurros busqué tu nombre

en las cicatrices de mi memoria;

y no te encontraba.


Lo busqué por todos lados:

por el dolor, por el sufrimiento,

por la cruenta soledad

por las calles y avenidas

de la eterna oscuridad.

Lo busqué entre las esquinas

entre oro y luz de plata,

entre gitanos que Lorca ampara,

una luna llena inquina.


Quién me iba a decir

que lo tenía ahí, tan cerca,

tan palpable, tan tangible.

Tan real.

Solo tenía que abrir los ojos

y morirme por dentro al contemplar

tu rostro bañado por la aurora.


En clave de poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora