Capítulo 23.

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ARIANNA

Los conductores -entre ellos Niall- empiezan a adentrarse en sus respectivos coches, llenos de energía y deseando poder ganar. Pero solo saldrá victorioso uno, de los siete corredores que hay.

Leslie y yo nos encontramos entre Harry y Louis bastante incómodas. Sus ojos nos inspeccionan de una manera poco sutil y hacen que poco a poco nos encojamos más. Nos colocamos en primera fila para poder ver mejor la carrera, y siento la mirada de Harry sobre mi cuello.

Una chica alta y delgada camina hacia la pista arenosa y sucia, con sus altos tacones de aguja y su corta falda que por suerte le llega al muslo. Levanta un pañuelo blanco y los motores de los rápidos coches comienzan a rugir de forma estridente, tanto que me chirrían los oídos. Dirijo mi vista hacia el vehículo de Niall -que esta vez es rojo- y me topo con sus ojos celestes que tanto embrujan. Mantenemos contacto visual por un instante, mas él aparta su mirada rápidamente, no soportando la tensión que hay entre nosotros por lo anteriormente ocurrido. Contempla a todos sus contrincantes desde su posición, y en cuanto el pañuelo se posa delicadamente sobre el suelo, todos pisan el acelerador y se enzarzan en una batalla donde los neumáticos y el motor serán los protagonistas. 

La gente grita eufórica con ímpetu de fiesta y competitividad. La mayoría de las personas vuelven a su posición anterior, siguiendo el ritmo de la música y bebiendo más de lo que deberían. Doy el último sorbo de mi cerveza y miro a Leslie, la que está meneando constantemente su pie derecho a una armonía constante. Dirijo la vista hacia nuestros "acompañantes" y suspiro, inhalando una ráfaga de aire fresco con olor a porro. Hago una mueca desagradable y con mi mano, tapo disimuladamente mi nariz.

—Que estemos aquí no quiere decir que no podáis hablar eh. —informa Louis, con sus ojos celestes puestos sobre nuestras figuras.

—Estando con vosotros se me quitan las ganas de todo. —contraataco.

La última vez que nos encontramos ellos resultaron ser unos bordes y fríos conmigo, así que, ¿por qué no yo ahora? 

—Ya somos dos. —contesta Harry con una sonrisa superficial y engreída, acto que me produce arcadas. 

El de rulos posa su mirada sobre el cuerpo de Leslie, y a continuación se lame los labios. Mi amiga se da cuenta de aquel acto y se pone erguida, nerviosismo corre por sus venas al sentir la peligrosa ojeada esmeralda sobre su anatomía.

—Hey, preciosa. —Harry camina hacia ella y coloca su mano bajo la barbilla de Leslie. 

Ésta se encoge por el leve pero importante contacto del chico con rostro impasible. La morena de ojos marrones se aleja de él, dando un pequeño paso hacia atrás con los brazos cruzados sobre su pecho. Harry libera una grave y áspera carcajada que pone la piel de ambas de gallina. 

Él puede llegar a dar mucho miedo cuando se lo propone. 

Nos alejamos un poco de los dos y comenzamos a hablar en susurros.

—Ari, esta situación es muy extraña. Ese tío no para de tirarme los tejos, y lo peor es que me da miedo cada vez que lo rechazo. No tengo ni idea de lo que puede hacer. —comenta Leslie con exasperación. 

—Tranquila, no son peligrosos. —le doy un apretón en el hombro. Esas palabras debería creérmelas.

—¿Segura? 

—Sí. —no.

Sonrío.

Al cabo de unos minutos, nos volvemos a situar junto a ellos un poco más calmadas, aunque no del todo. Los corredores aún siguen compitiendo por ese primer puesto, pero no han llegado todavía a meta. Debe ser uno de los recorridos más largos que hayan hecho los viernes por la noche. 

Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora