Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|

Capítulo 22.

ARIANNA

La semana ha transcurrido rápida, y por fin es viernes. No tengo deberes para este fin de semana por lo tanto no haré nada. Me dedicaré a hacer fotos de una vez por todas para la exposición en el pequeño museo de Mullingar.

Salgo al exterior del campus junto con Leslie, puesto que ella se viene a mi casa a dormir y la verdad es que ambas necesitamos desconectar un poco. 

Jess no sé dónde se encuentra ahora, últimamente se comporta de una forma bastante extraña, y su amistad conmigo está sujetada por un fino hilo que en cualquier momento puede llegar a romperse. Siento que me miente a todas horas y que busca excusas para no estar a mi lado. ¿A eso se le llama ser una amiga? Sin embargo, Leslie me ha demostrado en una semana que puedo confiar plenamente en ella. Claro está que aún no le contaré lo de mi padre ni lo de su famosa frase de "no te acerques a Blue". No lo haré hasta que el momento no lo pida. 

Comemos en un restaurante cercano a la universidad y recuerdo cuando lo hice con Niall. Enseguida mis mejillas adquieren un color carmesí, y escondo mi rostro para no ser descubierta por Leslie. Pero no lo consigo.

—¿Qué te pasa, Ari? Eres un tomate andante, en serio. —comenta.

—No me pasa nada. —me encojo de hombros, intentando ocultar mi nerviosismo.

Recuerdo sus labios tocar los míos suavemente, su aliento a menta...

Basta Ari. Ordena mi subconsciente.

—Ya claro, y yo soy tonta. —dice Leslie apoyando los codos en la mesa.

—Bueno, un poco... 

—¡Eres cruel! —ríe y me da un pequeño golpe en el brazo—. No, ya en serio, dime.

Yo bufo y cruzo los brazos. Se lo tendré que decir tarde o temprano, ella no parará hasta que se lo cuente.

Leslie se acomoda un mechón pelo castaño tras su oreja. Me observa detenidamente a la espera de que comience a hablar. Su rostro es tranquilo y su respiración monótona.

—Pues...a ver...¿Te acuerdas del chico que viste a la salida del campus el otro día? —empiezo a decir.

—¿Ese que estaba tan bueno? —arquea una ceja.

—Sí, ese...—ruedo los ojos—. Bueno...

Mis mejillas se vuelven a teñir de rojo, al menos es la sensación que me da.

—Para hoy. —interrumpe Leslie.

—Él...—mi corazón late a mil por hora y soy incapaz de controlar mis rápidos latidos. Nunca pensé que me resultaría tan difícil hablar de esto.

—Él...¿qué más? —ella me incita a proseguir.

—Me besó.

Ella abre los ojos como platos y acto seguido, su rostro muestra una de las sonrisas más amplias que jamás vi. Suelta una pequeña risa y niega con la cabeza, aún sonriente. Se remanga los extremos de su chaqueta y tose. Baja la mirada hacia su plato y comienza a comer.

Me revuelvo en mi asiento incómoda por el rumbo que ha llegado a tomar la conversación.

—¿No vas a decir nada? —me atrevo a preguntar.

Me jode que me haya sincerado a pesar de ser un tema del que no me gusta mucho hablar, y ella me ignore completamente, o simplemente, no me responda.

—Lo que te voy a decir no te va a gustar, así que, ¿para qué hacerlo? —arquea una ceja.

—No me importa, ya dilo. —contesto de forma despreocupada.