Capítulo 6.

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ARIANNA

En mi mente debato entre ponerme un vestido blanco de las navidades pasadas o un pantalón junto con una camisa. La verdad es que no tengo ninguna gana de ir a una cita con Niall, ¡no sé ni por qué acepté! Desconozco en qué estaría pensando en ese momento. Tal vez tuve miedo de él, pero suena un poco patético.

Aunque podría fingir estar enferma y así librarme de la quedada, también me libraría de pasar pánico en la carretera, puesto que ya van dos veces en las que me juego la vida en ésta, y el motivo tiene nombres y apellidos: Niall Horan.

Me dirijo al baño y cojo el secador rápidamente. Más tarde vuelvo a mi dormitorio y lo enchufo, acto seguido, el aire caliente lo llevo a mi rostro y tras varios segundos en esa posición, lo apago. Toco mi frente para comprobar si podría asemejarse a la fiebre, y efectivamente, lo hace. Meto el secador en un cajón y me tumbo en mi cama esperando a la llegada de Niall.

Escucho pasos subiendo por las escaleras y se dirigen hacia mi habitación. Mi madre.

—Ari, tendrías que ir vistiéndote, ¿no tenías que salir con un tal...Niall?

—Me encuentro mal. —contesto.

Ella me mira y se sienta en la cama. Pone su mano sobre mi frente y examina cada facción de mi rostro.

—Creo que tienes fiebre. —indica.

—Normal, me siento fatal...

—Es mejor que no vayas con el chico ese.

—Niall. —le corrijo.

—Bueno, Niall. Te voy a traer un caldo calentito ¿de acuerdo? A ver si así te sientes mejor. —afirma.

—Vale.

Dicho eso, sale de la habitación en dirección a la cocina. Bien, por ahora se lo ha creído, sólo falta que lo acepte Niall. De repente, alguien toca el timbre. Lo más probable es que sea él. Oigo pisadas dirigiéndose a la puerta y abre.

—Hola, tú debes de ser...¿Niall? —dice mi madre.

—Sí, ¿usted es la señora Montrose? —contesta el rubio.

—Sí, encantada.

—Igualmente señora.

Noto cómo se dan dos besos y mi madre lo invita a entrar. Mierda.

—Siento decirte que Ari está enferma, y no creo que pueda acudir a vuestra cita. —le informa.

—¿Y eso? ¿Qué le ocurre? —pregunta Niall, y puedo adivinar que está frunciendo el ceño.

—Tiene fiebre y no se encuentra muy bien.

—¿Podría subir a verla? —cuestiona.

Oh mierda. Como mi madre lo acepte estoy perdida, ¡él no se lo va a creer! Además, no quiero verlo. Ya me ha demostrado cómo es y no me agrada. Es inevitable.

—Sí, claro. —responde. Ya es oficial, me descubrirá.

—Gracias.

Es increíble la manera en la que trata a mi madre. Se ha comportado educadamente y eso me resulta muy extraño. Conmigo no es así ni por asomo. Junto a mí es brusco, muy borde, bipolar, mal hablado...De todo.

Unos pasos se dirigen hacia mi habitación y mi corazón va cada vez más rápido. Tocan a mi puerta, y para que resulte más creíble, le dejo entrar con una voz muy vulnerable y delicada, aunque en este momento lo único que quiero hacer es maldecir a Niall.

Acto seguido, éste se asoma y se adentra en el dormitorio y cierra la puerta tras él. Va vestido de forma elegante: unos pantalones negros combinados con una camisa blanca y una pajarita. Está realmente...hermoso. Ahora incluso me dan remordimientos por haberle dejado plantado, pero ya no hay vuelta atrás. Me observa lentamente con su celeste y penetrante mirada. Me estremezco sin poder evitarlo y aparto la vista de él. Mete las manos en sus bolsillos delanteros y se aproxima a mí. Se acomoda en el filo del catre y contempla detenidamente cada facción de mi rostro. Tendría que haber maquillado mi semblante para que pareciera pálido, ahora me arrepiento de no haberlo hecho. Su mano derecha se posa sobre mi mejilla, y más tarde sobre mi frente. Frunce el ceño y suspira, mientras yo trago saliva.

Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|Where stories live. Discover now