Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|

Capítulo 10.

NIALL

Emprendo el camino hacia la salida del callejón. Mi pulso acelera cuando oigo un grito agudo procedente de la calle de mi derecha. Frunzo el ceño y dirijo mi vista hacia ésta, encontrando a un hombre con atuendos negros. Él está agarrando a una chica de pelo dorado, forzándola para que se adentre en el todoterreno de enfrente. Examino con mis ojos celestes a la chica, la que se opone totalmente a la idea de que la meta en el coche.

Mi corazón da un vuelco y se me crea un nudo en la garganta cuando descubro su identidad: es Arianna. La he descubierto puesto que ella siempre lleva consigo un collar de plata, con la silueta de un ala dibujada en él. El colgante se encuentra en continuo movimiento, rebotando sobre su pecho.

Tras unos escasos segundos, me posiciono a las espaldas del agresor, y le doy una fuerte patada, que hace que él la suelte y al mismo tiempo, que Arianna caiga al frío y duro suelo.

El hombre gira sobre sus talones, encontrándonos cara con cara. Le doy un fuerte puñetazo en su mandíbula sin previo aviso, gesto que hace que su cuerpo se tambalee durante un corto periodo de tiempo. Vuelve a estabilizarse y sus nudillos se hincan en mi estómago, provocándome náuseas y arcadas. Me retuerzo, pero luego me pongo erguido, evadiendo la sensación de dolor y doy una patada en sus testículos, con rabia. Mis puños están cerrados, intentando controlarme. Sé perfectamente para qué ha venido este capullo, y no permitiré que se salga con la suya. Como se vuelva a acercar a ella, le voy a sacar toda la mierda de dentro, tendrá que rezar por su puta vida.

Como mis compañeros se enteren de que este tío ha intentado llevársela, no sé lo que sería de mí. Probablemente, hombre muerto.

El hombre de negro cae al suelo, gemidos salen de sus labios y su respiración se encuentra agitada. Rápidamente, me dirijo hacia Arianna y la meneo suavemente, pero no responde. El miedo corre por mis venas al ver que sus ojos no se abren. La cojo entre mis brazos con delicadeza, y emprendo el camino hacia mi coche, el que no está demasiado lejos. Dejo al hombre con el que peleé anteriormente en la calle solitaria. La oscuridad la inunda, pero no me resulta difícil caminar.

Estoy muy asustado por Arianna, aunque parezca que no. No sé cómo coño se puede desmayar de esa manera, tal vez por...¿el miedo? No, tiene que ser algo más. Tampoco sé qué hacía andando por aquí a tales horas de la noche, es un poco imprudente.

Saco mis llaves del coche y lo abro pulsando un botón. Con el codo, logro abrir la puerta del copiloto en la cual colocaré a Ari, y esperaré ahí hasta que despierte. No pretendo ir a su casa y que su madre la vea en este estado, se asustaría y no estoy para gritos sofocantes.

Su cuerpo se encuentra apoyado en el asiento, mientras que yo me acomodo  al lado, donde está el sitio del piloto.

Resoplo frustrado e impaciente. Tiene que despertar, lo tiene que hacer. Tendría que llevarla a un hospital pero no estoy muy convencido respecto a la idea, ¿y si se despierta durante el trayecto? Puede que no sea tan grave. Demonios, ¡no lo es! Aquel tío apenas la ha tocado.

Mis ojos azules se posan en su rostro pálido y adormilado. Sus cejas se encuentran fruncidas y sus labios forman una fila línea horizontal. Incluso desmayada su semblante sigue expresando los mismos sentimientos que despierta. Sus largos cabellos dorados bajan por sus hombros y cubren una parte de su cara. Su pecho sube y baja lentamente, lo que a la vez me consuela ya que logra respirar. Con mucho cuidado, agarro su collar de plata entre mis dedos y lo observo detenidamente. A veces las pequeñas cosas tienen un gran significado para una persona. ¿Qué tiene de especial este colgante? No alcanzo a comprenderlo. Solo es un mísero objeto. Intento quitarlo de su cuello para poder verlo mejor cuando ella aparta mi mano de su collar. Doy un pequeño brinco por su inesperada reacción y me acerco más a ella. Sus párpados se abren lentamente dejándome mostrar una mirada inocente y asustada. Puedo sentir una gran alegría al verla despertar, sé que en algún momento lo iba a hacer pero no esperaba que fuera tan pronto.