Depression {Justin Bieber} | Adaptada

All over again | Capítulo dieciocho

Doblé la esquina, teniendo a la vista mi casa. Suspiré a gusto y seguí caminando hasta quedar frente a la puerta y golpear repetidas veces. Mi madre se asomó y me abrió, con una media sonrisa en la cara.

-Buenos días.

-Buenos días, mamá. -correspondí y subí rápidamente las escaleras.

Abrí a medias la puerta de mi habitación pero giré mi cabeza hasta la puerta donde provenían unos sollozos. Extrañada la abrí y entré.

-¿Charlie? ¿Qué va mal? -pregunté, acariciando su espalda. Ella se encontraba arrodillada en su cama, tapando su rostro.

-E-estoy---

-Tranquila, inhala... exhala.

Una vez que se calmó, siguió soltando lágrimas pero su respiración era normal. Asintió y respiró profundo una última vez para después soltar el aire.

-Estoy... embarazada. -soltó y me mostró una hoja. La examiné y vi que eran unos exámenes.

-¿De quién, Charls? -intenté calmarla, peinando su cabello con mis dedos. Charlie limpió las lágrimas y respondió.

-James.

-Ese...

-Ese hijo de puta, lo sé. ¡Maldición! Soy una maldita, maldita, maldita idiota. -me interrumpió, terminando la frase. Sus lágrimas volvieron a descender hacia abajo, ahogándola con su propio llanto.

-Tú puedes con esto. Un bebé es una bendición, y tienes que tenerlo. Aunque quieras... darlo en adopción.

-No estoy preparada, _________. No sería capaz de abortar, estoy en contra del aborto... pero, daré en adopción a mi bebé.

-Está bien, es tu decisión y me parece bien. Si abortaras te mato a puño limpio. -bromeé, intentando sacarle una sonrisa. Lo conseguí porque soltó una risita leve y asintió.

-¿Puedo...? -preguntó a medias, abriendo sus brazos para abrazarme. Rodé los ojos divertida y la abracé fuerte. -Gracias, necesitaba un abrazo.

-Hey... ¿me podrías ayudar en algo? -Charlie asintió enseguida.- Bien, Pattie me invitó a cenar con ellos esta noche, y no tengo ni la más mínima idea de qué ponerme.

-Oh, primero, ¿estás saliendo con Bieber? Y segundo, claro que te ayudaré. Después de años por fin está dando el primer paso de un enamorado.

-Primero no estoy saliendo con él, aunque ya quisiera... Y, ¡¿Qué?! -abrí mis ojos como platos.

-No puedo creer que no te hayas dado cuenta. -rió.

-No puedo creer que tú, seas tan mentirosa. -bromeé. -¿Enamorado de mí? ¡Por favor! Hay chicas más guapas que yo y estaría ''enamorado'' de mí.

-Si tú lo dices...

Horas después me encontraba con Charlie en mi habitación, decidiendo que ponerme. Eran las ocho de la tarde y la cena sería a las diez, o eso creo... En fin, ya me había bañado, y sólo me faltaba el vestuario y peinado. Nada formal, sólo... ir como soy yo misma.

-¿Esto? -preguntó Charlie. Señaló una sudadera blanca y de conjunto una chaqueta verde oscura. Un pantalón normal y tacones medianos. Hice una mueca y negué, mientras seguía revolviendo el armario en busca del atuendo perfecto. -Mujer, eres lo más complicada que he visto.

-Como digas. -reí.

Los minutos pasaban y me encontré con el atuendo ideal. Nada informal, pero sí para la ocasión. Le sonreí a Charlie mientras ella me devolvía la sonrisa.

-Ih, nena, ese está fabuloso. -chilló, pasándomelo. Sonreí con entusiasmo y asentí, tomándolo para ir a probármelo.

Una vez puesto, me miré al espejo. {Esta en multimedia} ¡Me fascinaba!

Salí del baño y Charlie me miró de arriba a abajo con admiración.

-Si fuera hombre y no fuera tu hermano, te violaría ahora mismo. ¡Estás de lujo! -bromeó, abrochando el cierre trasero. Me senté en la cama para abrochar mis tacones medianos y asentí.

-Estás loca. Pero, gracias. -sonreí agradecida y la abracé otra vez. -¿Podrías delinearme los ojos? Sólo quiero eso y brillo labial.

-Bien. -respondió, dirigiéndonos al baño para tomar los cosméticos y dejar que ella me pintara y luego peinara mi rubio y suave cabello.

Media hora después me miré al espejo y ya estaba lista. Charlie sonreía atrás mío.

-Espero que se aguante y no te folle en la mesa. -soltó de una. La miré extrañada y pensé en lo estúpida que era -de buena forma-.

-Charlie, querida, contrólate. -bromeé, guiñándole un ojo.

Bajé las escaleras, encontrándome a papá en el sillón. Le resté importancia y no lo miré, caminando hasta la puerta con mi pequeño bolso.

-Nos vemos después, buena suerte y... usen condón, eh. No querrás terminar como yo. -recomendó con una sonrisa divertida y asentí, mordiendo mi labio inferior.

-Adiós. -me despedí y ella cerró la puerta.

Pisé el cigarro que había fumado y mordí mi labio -otra vez, era una manía- con nerviosismo antes de golpear.

-¡Llegaste antes! ¿Me podrías ayudar a terminar la cena? -me sorprendió Pattie y asentí.

-Con gusto. -respondí.

-Ten, sólo necesito que vigiles que no se queme el arroz y da vuelta la carne de vez en cuando para que se cocine bien. ¿Ok?

-Ok. -sonreí, haciendo lo que ella me dijo. La miré mientras ella colocaba la mesa y Jazzy venía desde su pieza.

-¡________! ¿Qué haces acá? ¿Y por qué estás tan guapa? -preguntó con rapidez. Sonreí sin dejar de revolver el arroz.

-Concuerdo con Jazzy, te vez muy guapa. -Pattie me guiñó un ojo. Me sonrojé.

-Jazzy, hola linda. Vine a la cena de tu madre y... no sé que responder a lo segundo, sólo me vestí así. ¿O querías que viniera como una vagabunda? -bromeé y ella rió a carcajadas. Era muy risueña desde que nació.

-Me hubiera gustado verte así. -bromeó también.

La familia Bieber-Mallete, era mi segunda familia desde que nací. Aveces los consideraba como la primera, por el abuso de mi madre, o más bien, de mi familia. Aunque ahora, las cosas están mejorando, ¿no?

Incluso, lo que Charlie me dijo sigue resonando en mi cabeza.

"Después de años por fin está dando el primer paso de un enamorado."