Depression {Justin Bieber} | Adaptada

All over again | Capítulo cuatro

Iba a sentarme furiosa en las escaleras que se encontraban afuera del establecimiento pero una mano tocó mi hombro haciendo que me volteara desenfrenada.

-¿Por qué no te vas y la sigues besando? -escupí sin mirar a quién estaba frente a mí.

Abrí mis ojos de apoco, viendo que Taylor se encontraba frente a mí. Rodé los ojos y él me miró interrogante.

-Estoy celosa, lo sé.

-Él no la besó, pero---

-Da igual, ¿qué quieres? -insistí, sintiendo un dolor en mi pecho por ser así de dura con él.

-Tu perdón. -respondió cabizbajo.

-Taylor, es jodidamente difícil, me heriste enterrándome mil dagas en mi corazón, no me pidas esto, por favor. -susurré, mirándolo tristemente.

-¿Jodidamente difícil? -musitó-, Oh claro, yo cometí un error, pero estaba enamorado de ti. Pero Justin puede venir, hacerte mierda y seguir haciéndolo, y tú... lo sigues amando, lo perdonas como si nada hubiese pasado absolutamente nada.

-Es diferente... -murmuré, con la cabeza gacha.

-¡No es diferente! ¡Te protegí, te cuidé, te amé! -exclamó frustrado-. ¿Qué más querías?

-¡Te entregué todo de mí, desde mi confianza hasta mi virginidad! -grité enojada-. Lo tiraste a la basura, porque todo era una jodida apuesta. ¿Por cuánto, Taylor? ¿Cuánto dinero ganarías?

-¡Lo sé, mierda, lo sé! ¿Crees qué no me arrepiento...? Tan sólo deberías verme por las noches, no puedo dormir tranquilo, la culpa me inunda todo mi ser.

-Olvidate de mí, de mi existencia, de que alguna vez me heriste, de que alguna vez me protegiste, cuidaste y amaste. -aconsejé, limpiando la primera lágrima que empezaba a descender de mis ojos.

-No es tan fácil...---

-No te preocupes por mí. Olvidar se hace difícil y complicado, pero no difícil. -silencié.

Taylor apretó sus manos, convirtiéndolas en puños. Su labio inferior tiritó y mi corazón se encogió dolorosamente. Agaché la mirada con culpabilidad.

-Te perdono. -susurré.

Me miró incrédulo, sin poder creerlo. Parpadeó cinco veces seguidas y tragó en seco, tratando de decir algo, pero se quedó en silencio, balbuseando.

-G-gracias. ¿T-te puedo besar por última vez? -tartamudeó, buscando mis ojos. Asentí simplemente y acercó su rostro lentamente para juntar nuestros labios en un tierno y último beso. -Me iré de la ciudad para estudiar en la universidad y por eso te pedía tu perdón, ahora que lo tengo, me puedo ir sin un peso bastante grande encima.

-¿Qué? ¿T-te vas? -pregunté atónita.

-Sí, _______, me voy. No tiene porqué afectarte, supongo. -respondió tristemente.

-Entonces, uhm... -hice una pausa, suspirando-, espero que te vaya muy bien. Y... y espero que... ojalá puedas amar a alguien como me amaste a mí.

-Muchas gracias y bueno... eso espero. -murmuró incómodo.

-Me tengo que ir... -tartamudeé-, hasta pronto.

Él asintió comprensible mientras acariciaba una parte de su brazo derecho donde tenía un nuevo tatuaje, no logré descifrar qué era, porque partí corriendo adentro del salón.