Jimin brillaba, su sonrisa llena de colores siempre deslumbraba a todos. Sin embargo, por malas jugadas del destino, su resplandor fue apagado y sus colores arrebatados.
Yoongi, un reconocido chef de Seúl vive el sueño de su vida, ha superado mucha...
Dedicado a MinParkAlyquien hizo esta increíble y hermosa imagen de nuestra pareja en Jeju. Muchisimas gracias, corazón 💙 Anjhelygracias por tu apoyo beba🐾💜
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Jimin intentó bajar el camisón y cerró rápidamente los botones que había desabrochado momentos antes.
—¿Jimin?, ¿por qué? —MoRin le observó de pies a cabeza, deteniéndose en la visible marca en su cuello, sin contar que el menor olía a alfa y no a cualquier alfa.
Olía a Yoongi.
—Pe-pensé que era Yoongi... —Jimin estaba tan incómodo y avergonzado. Quería cerrar la puerta y esconderse hasta que Yoongi volviera.
—¿Estas con tu alfa aquí?, ¿lo trajiste a Jeju? ¿Cómo es que le ibas a abrir a mi oppa en estas fachas? ¿Los gritos de anoche eran tuyos? —La chica no terminaba una pregunta para comenzar otra.
—Y-yo... No...—Jimin no sabía que decir. MoRin dio un paso, entrando a la habitación.
—¿Qué es lo que sucede omeguita? Joder, apestas a celo... —Otro paso. El menor frunció el ceño, asustado.
Yoongi Hyung ¡¿Dónde estás?!
Un pequeño gemido se formaba en la garganta del omega.
—¡Genial! —MoRin alzó las manos sobre su cabeza—. Ahora estas llamando a tu alfa. Veamos a que mamarracho has traído a la suite.
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Yoongi iba en el ascensor. La sonrisa no se despegaba de sus labios al pensar en su omega. La manera tan preciosa en que se había entregado a él y el increíble momento en que le mordió con sus cuerpos unidos. El alfa se relamió los labios sintiendo un fuerte escalofrió bajar por su columna.
Con intenciones de enviarle un mensaje a su pareja, Yoongi sacó su celular , sin embargo, reparó en otro detalle.
Mi llave magnética...
Sopesó un segundo decidiendo si volver por ella y golpear la puerta a Jimin.
Podría estar durmiendo cuando yo regrese... Lo mejor será volver.
El chef gruñó y marcó el número del nivel que venía a continuación, bajándose en el piso catorce. Pulsó el botón del ascensor que ascendía, el cual llegó unos segundos después, con solo tres personas dentro. Marcó el piso veinte.
Su pie rebotaba, impaciente. Escalofríos intermitentes le erizaron el vello de la nuca. Jimin le estaba llamando. Cuando estuvo en su piso salió prácticamente corriendo.
Jimin...
Yoongi se apresuró y divisó la puerta de la suite abierta. Una sensación desagradable le recorrió la espalda y su estómago se recogió. Su lobo interior gruñó.
