Capítulo 31.

20.8K 2.7K 478
                                    

Después de aquel beso en casa de Mark Zugadi, todo cambio entre nosotros, no para mal sino para bien o eso es lo que creo. Tyler siempre que me veía se inclinaba para presionar sus labios con los míos y créanme que yo no me quejaba para nada, me gusta que haga eso. A pesar de los acercamientos que hemos tenido aún no tenemos un título, seguimos siendo amigos, unos que se quieren un montón o incluso los que sienten el más grande amor.

Tyler me ha sabido enamorar, no puedo mentirles. Conoce a cada detalle lo que me gusta y lo que no, y sabe a ciencia cierta que me ha cautivado con su forma de ser. Es divertido, atento, romántico, caballeroso, es solo él, mi Tyler.

—Tienes una sonrisa de idiota en los labios.

—¡Déjala Connor! Tú actuabas igualito cuando estabas detrás de Daisy—destaca Tristan.

—Porque defiendas a mi hermana no significa que ella te va a apoyar a ti con respecto a Sophie.

—En realidad si los apoyo, es increíble como cuñado. Al igual que Daisy.

—Patrañas.

—Suenas como el abuelo de Amy—Bart finge un escalofrío—, ese señor es demoniaco, me da miedo.

—Nadie da más miedo que el papá de Livana—secunda Louis.

—Ustedes son unas niñitas, yo creo que nadie da más miedo que América.

—Estás hablando de mi hermana menor, Conito—La voz de advertencia de George se hace notar.

—Tu hermana está loca.

—Mi hermana tiene algunos genes de acosadora, pero es muy dulce cuando quiere serlo.

—Tyler me dijo que a su hermanito le gusta.

—¿Quién? ¿Logan? Ese niñito no es bueno para mi hermana, Eli.

—¿Por qué?

—Porque le encanan las apuestas, todo lo que hace es apostar y apostar, ni siquiera a mi hermana le gustan esas cosas.

—Lo bueno de todo el asunto es que conoce gente—dice Louis con emoción—. Hace unos días me trajo un disco de Four Chips autografiado por Mark Zugadi, a cambio me pidió que le hablara a América bien de él.

—¡¿Qué ese niñito te pidió qué?! ¿Lo aceptaste?

—¡Es un disco autografiado!—exclama Louis con obviedad.

—¡Es mi hermana de la que estamos hablando!

—Bajen los humos. George, algún día tu hermana tendrá novio y tendrás que aceptarlo. Louis, las hermanas son sagradas, no puedes ir por ahí ofreciéndolas a cambio de un disco autografiado.

Todos se quedan en silencio al escuchar aquella advertencia de Bart, su sonrisa burlona nos dice que se encuentra muy divertido por todo lo que está sucediendo. Lo secundo, estar con los intocables es increíble. Lo más tierno es que mi hermanito me deja convivir con ellos.

—Si mal no recuerdo Tristan rompió esas reglas.

—¡Louis!

—¿Qué? Tristan, sabes que estoy diciendo la verdad.

Tristan lo ve con mala cara al igual que Connor, George también fulmina con la mirada al pobre de Louis, mientras Bart y yo nos reímos discretamente en el sofá que compartimos. Decido romper la tensión de ellos mostrándole mi nuevo fondo de pantalla en el celular a Louis, él abre los ojos como platos al ver como Mark Zugadi, uno de sus mayores ídolos, me rodea por la cintura con su brazo y besa mi mejilla.

—Es mentira, estoy seguro de que es Photoshop.

—No lo es, Louis.

—A ver—Tristan le quita mi teléfono de las manos al shockeado de Louis—. No, es verdadera. Soy un profesional en el Photoshop.

—¡¿Conociste a Mark?!

—Tyler me lo presentó. Resulta ser que uno de sus mejores amigos es primo de él.

—¡Tyler es alabado por mí! Dile que tiene a su disposición a un intocable, para cuando me necesite.

—Se lo diré, Lou.

—¿Vas a seguir prostituyendo a nuestras hermanas, Louis?

—Por Four Chips lo que sea, Conito.

Abre tus páginas para mí  | Los Intocables #6Where stories live. Discover now